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31 de agosto de 2012

Velad, porque no sabéis el día ni la hora...

Del santo Evangelio según San Mateo 25, 1-13
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas". Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis". Mientras iban a comprarlo llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos". Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco". Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora". (Aciprensa.com)


Comentario:
La parábola se trata de la venida del Hijo del Hombre (cf Mt 24,37). Nadie sabe cuándo va a venir ese día, “ni los ángeles, ni el hijo mismo, sino que solamente el Padre” (Mt 24, 36). No importa que los adivinos quieran hacer cálculos. El Hijo del Hombre vendrá de sorpresa, cuando la gente menos lo espera (Mt 24,44). Puede ser hoy, puede ser mañana. Por esto, el recado final de la parábola de las diez vírgenes es “¡Vigilad!’ Las diez muchachas deben estar preparadas para cualquier eventualidad. 

Mateo 25,1-4: Las diez vírgenes preparadas para aguardar al novio. La parábola empieza así: “El Reino del Cielo es como diez vírgenes que prepararon sus lámparas y salieron al encuentro del novio”. Se trata de muchachas que debían acompañar al novio para la fiesta de la boda. Para esto, ellas debían llevar consigo las lámparas, sea para iluminar el camino, sea para iluminar la fiesta. Cinco de ellas eran prudentes y cinco eran insensatas. Esta diferencia aparece con claridad en la manera en que se preparan para la función que recibirán. Junto con las lámparas encendidas, las prudentes llevaron consigo también una vasija de aceite de reserva. Se preparaban para cualquier eventualidad. Las vírgenes insensatas se llevaron sólo las lámparas, sin pensar en llevarse un poco de aceite de reserva.

• Mateo 25,5-7: El retraso de la llegada del novio. No había una hora determinada para que llegara. En la espera, el sueño se apodera de las muchachas, sin embargo las lámparas siguen gastando aceite o se van apagando poco a poco. De repente, en medio de la noche, se oye un grito: “¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!”. Todas ellas despiertan y empiezan a preparar las lámparas que ya estaban casi al final. Debían de poner el aceite de reserva para evitar que las lámparas se apagaran.

• Mateo 25,8-9: Las diversas reacciones ante la llegada atrasada del novio. Solamente ahora las necias se dan cuenta de que olvidaron llevar consigo el aceite de reserva. Fueron a pedir aceite a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan”. Las prudentes no pudieron atender este pedido, pues en aquel momento lo que importaba no era que las prudentes compartieran su aceite con las otras, sino que estuvieran listas para acompañar al novio hasta el lugar de la fiesta. Por esto aconsejan: ¨es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis.¨

• Mateo 25,10-12: El destino de las vírgenes prudentes y de las necias. Las necias siguen el consejo de las prudentes y van a comprar aceite. Durante esta breve ausencia de la compra llega el novio y las prudentes pueden acompañarlo a la fiesta de las bodas. Y la puerta se cierra detrás de ellas. Cuando llegan las otras, llaman a la puerta y piden: “¡Señor, Señor, abre la puerta para nosotras!” Y reciben la respuesta: “En verdad os digo que no os conozco”.

• Mateo 25,13: La recomendación final de Jesús para todos nosotros. La historia de esta parábola es muy sencilla y la lección es evidente. “Velad, pues, porque no sabéis, ni el día, ni la hora”. Moral de la historia: no seas superficial, mira más allá del momento presente, trata de descubrir el llamado de Dios hasta en las mínimas cosas de la vida, hasta en el aceite que falta en la lámpara.’

La edición y el subrayado son nuestros  

Tomado del Sitio Oficial de los Carmelitas


Juan Pablo II nos dice: ¨También en la parábola de las diez vírgenes «que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del esposo» (Mt 25, 1), se encuentra la analogía nupcial [comparación matrimonial] usada por Jesús para dar a entender su pensamiento sobre el reino de Dios y la Iglesia, en la que ese reino se hace realidad. En esa misma parábola se puede apreciar también la insistencia en la necesidad de la disposición interior, sin la que no se puede participar en el banquete de bodas. Mediante esa parábola Jesús nos llama a la prontitud, a la vigilancia y al esfuerzo fervoroso en la espera del Esposo. Sólo cinco de las diez vírgenes se habían cuidado de que sus lámparas estuviesen encendidas a la llegada del Esposo. A las otras, por imprevisión, les faltó el aceite. «Llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta» (Mt 25, 10). Es una alusión delicada, pero muy clara, a la suerte de quien no tiene la disposición interior adecuada para el encuentro con Dios y, por tanto, carece de fervor y de perseverancia en la espera. Esa alusión, por consiguiente, se refiere al peligro de que le cierren la puerta en el rostro. Una vez más encontramos la llamada al sentido de responsabilidad frente a la vocación cristiana.¨ (Juan Pablo II, Audiencia General, 11 de diciembre de 1991)


Es una bella comparación la que hace Jesús al llamarse esposo, pues Él dio su vida por la Iglesia. Ese es el amor que nos muestra ahora, el de un esposo. y espera que respondamos como tal: sin demoras, sin ¨darle largas¨, atentamente, sin conformarse, sin acostumbrarse, ni dormirse, con fervor, con amor constante, tierno y estable. Lo importante es la disposición interior, la forma que abramos el corazón, lo profundo de nosotros, al encuentro con Dios. 


En este día meditemos como es nuestra relación con Jesús:
¿Es cómo Él la espera de nosotros?

Que la misericordia y la confianza en el Señor nos les falte.

Gracias
 
Véase tambien:

Del Santo Evangelio Según San Mateo 13, 44-46 (Sobre el significado del Reino de Dios en las parábolas)¨
 "Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.¨ (Sobre la necesidad de estar alertas)
¨El Reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo¨ (Sobre la necesidad de convertirse)
La cosecha es el fin del tiempo¨(Sobre el Juicio Final)


30 de agosto de 2012

"Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.¨

Del santo Evangelio según San Mateo 24, 42-51 

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que, si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues dichosos ese criado si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera llegará el amo y lo hará pedazos, como se merecen los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes". (Aciprensa.com)


Comentario:

El evangelio de hoy, habla de la venida del Señor al final de los tiempos y nos exhorta a la vigilancia. En la época de los primeros cristianos mucha gente pensaba que el final de este mundo estaba cerca y que Jesús volvería luego. Hoy mucha gente piensa que el fin del mundo está cerca. Por esto, es bueno reflexionar sobre el significado de vigilancia.

• Mateo 24,42: Vigilancia “Por tanto, Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.” Respecto del día y de la hora del fin del mundo, Jesús había dicho: " ¡Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.!" (Mc 13,32). Hoy, mucha gente vive preocupada con el fin del mundo. En las calles de las ciudades, muchas veces se ve escrito: ¡Jesús volverá! ´¿Y cómo será esa venida? Después del año 1000, apoyados en el Apocalipsis de Juan (Apoc 20,7), comenzaron a decir: “Los mil primeros años pasaron, pero los 2000 años no pasarán!” Por esto, en la medida en que se acercaba el año 2000, muchos quedaban preocupados. Hasta hubo gente que, angustiada con la proximidad del fin del mundo, llegó a suicidarse. Otros, leyendo el Apocalipsis de Juan, llegaron a predecir la hora exacta del fin. Pero el año 2000 pasó y no aconteció nada. ¡El fin no llegó! Muchas veces, la afirmación “Jesús volverá” es usada para dar miedo a la gente y ¡obligarla a atender una determinada iglesia! Otros, de tanto esperar y especular en torno a la venida de Jesús, no perciben más su presencia en medio de ellos, en las cosas comunes de cada día, en los hechos de día a día.

• La misma problemática existía en las comunidades cristianas de los primeros siglos. Mucha gente de las comunidades decía que el fin de este mundo estaba cerca y que Jesús volvería luego. Algunos de la comunidad de Tesalónica en Grecia, apoyándose en la predicación de Pablo decían: “¡Jesús volverá luego!” (1 Tes 4,13-18; 2 Tes 2,2). Por esto, había personas que no trabajaban, porque pensaban que la venida fuera cosa de pocos días o semanas. “¿Trabajar, para qué, si Jesús iba a volver?” (cf 2Ts 3,11). Pablo responde que no era tan simple como se lo imaginaban. Y a los que no trabajaban decía. “¡Quién no quiere trabajar, que no coma!” Otros se quedaban mirando al cielo, aguardando el retorno de Jesús sobre las nubes (cf Hec 1,11). Otros se quejaban de que se demorara (2Pd 3,4-9). En general, los cristianos vivían en la expectativa de la venida inminente de Jesús. Jesús vendría a realizar el Juicio Final para terminar con la historia injusta de este mundo acá e inaugurar la nueva fase de la historia, la fase definitiva del Nuevo Cielo y de la Nueva Tierra. Pensaban que esto acontecería dentro de una o dos generaciones. Mucha gente viviría aún cuando Jesús iba a aparecer glorioso en el cielo (1Ts 4,16-17; Mc 9,1). Otros, cansados de esperar, decían: ¡No volverá nunca! (2 Pd 3,4).

• Hasta hoy, la venida de Jesús ¡no ha acontecido! ¿Cómo entender esta demora? Es que no percibimos que Jesús ha vuelto ya, ya está en medio de nosotros: “Yo estaré en medio de vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." (Mt 28,20). El ya está al lado de nosotros, en la lucha por la justicia, por la paz y por la vida. La plenitud no ha llegado todavía, pero una muestra o garantía del Reino ya está en medio de nosotros. Por esto, aguardamos con firme esperanza la liberación de la humanidad y de la naturaleza (Rom 8,22-25). Mientras esperamos y luchamos, decimos acertadamente: “¡El ya está en medio de nosotros!” (Mt 25,40).

• Mateo 24,43-51: El ejemplo del dueño de la casa y de sus empleados. “Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le horadasen su casa.”. Jesús lo deja bien claro. Nadie sabe nada respecto de la hora: "¡Cuando a ese día y a esa hora, nadie sabe nada, ni los ángeles, ni el Hijo, sino solamente el Padre!" Lo que importa no es saber la hora del fin de este mundo, sino tener una mirada capaz de percibir la venida de Jesús ya presente en medio de nosotros en la persona del pobre (cf Mt 25,40) y en tantos otros modos y acontecimientos de la vida de cada día. Lo que importa es abrir los ojos y tener presente el ejemplo del buen empleado del que habla Jesús en la parábola.

La edición y el subrayado son nuestros  

Tomado del Sitio Oficial de los Carmelitas



Debemos vigilar para no apartarnos del Señor. Como dice el Salmo 127 :¨Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles; si el Señor no custodia la ciudad en vano vigila el centinela. Es inútil que ustedes madruguen; es inútil que velen hasta muy tarde y se desvivan por ganar el pan: ¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen! Los hijos son un regalo del Señor, el fruto del vientre es una recompensa; como flechas en la mano de un guerrero son los hijos de la juventud. ¡Feliz el hombre que llena con ellos su aljaba! No será humillado al discutir con sus enemigos en la puerta de la ciudad.¨

En este día, tomemos la desición de vigilar constantemente para no no apartarnos de Cristo. 

Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte. 

Gracias




Véase tambien:

¨La cosecha es el fin del tiempo¨(Sobre el Juicio Final)


29 de agosto de 2012

Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio


Del santo Evangelio según San Marcos 6,17-29
En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. (Aciprensa.com)

Comentario:

Marcos 6,17-20. La causa de la prisión y del asesinato de Juan.Herodes era un empleado del imperio romano. Quien mandaba en Palestina, desde el año 63 antes de Cristo, era César, el emperador de Roma. Herodes, para no ser depuesto, trataba de agradar a Roma en todo. Insistía sobre todo en una administración eficiente que diera lucro al Imperio y a él mismo. La preocupación de Herodes era su propia promoción y seguridad. Por esto, reprimía cualquier tipo de subversión. A él le gustaba ser llamado bienhechor del pueblo, pero en realidad era un tirano (cf. Lc 22,25). Flavio José, un escritor de aquel época, informa que el motivo de la prisión de Juan Bautista era el miedo que Herodes tenía a un levantamiento popular. La denuncia de Juan Bautista contra la moral depravada de Herodes (Mc 6,18), fue la gota que hizo desbordar el vaso, y Juan fue llevado a la cárcel.


Marcos 6,21-29: La trama del asesinato. Aniversario y banquete de fiesta, con danzas y orgías. Era un ambiente en que los poderosos del reino se reunían y en el cual se hacían las alianzas. La fiesta contaba con una presencia “de los grandes de la corte y de las personas importantes de Galilea”. En este ambiente se trama el asunto de Juan Bautista. Juan, el profeta, era una denuncia viva de ese sistema corrompido. Por eso fue eliminado bajo pretexto de un problema de venganza personal. Todo esto revela la debilidad moral de Herodes. Tanto poder acumulado en mano de un hombre sin control de sí. En el entusiasmo de la fiesta y del vino, Herodes hizo un juramento liviano a una joven bailarina. Supersticioso como era, pensaba que tenía que mantener el juramento. Para Herodes, la vida de los súbditos no valía nada. Disponía de ellos como de la posición de las sillas en su sala. Marcos cuenta el hecho tal y cual y deja a las comunidades y a nosotros la tarea de sacar conclusiones.

• Pero entre líneas, el evangelio de hoy trae muchas informaciones sobre el tiempo en que Jesús vivió y sobre la manera en qué era ejercido el poder por los poderosos de la época. Galilea, tierra de Jesús, era gobernada por Herodes Antipas, hijo del rey Herodes, el Grande, desde el 4 antes de Cristo hasta el 39 después de Cristo. En todo ¡43 años! Durante todo el tiempo en que Jesús vivió, no hubo mudanza en el gobierno en Galilea. Herodes era dueño absoluto de todo, no daba cuenta a nadie, hacía lo que le pasaba por la cabeza. ¡Prepotencia, falta de ética, poder absoluto, sin control por parte de la gente!

• Herodes construyó una nueva capital, llamada Tiberíades. Sefforis, la antigua capital, había sido destruida por los romanos en represalia por un levantamiento popular. Esto aconteció cuando Jesús tenía quizás siete años. Tiberíades, la nueva capital, fue inaugurada trece años más tarde, cuando Jesús tenía 20 años. Era llamada así para agradar a Tiberio, emperador de Roma. Tiberíades era un lugar extraño en Galilea. Allí vivían el rey, “los grandes, los generales y los magnates de Galilea” (Mc 6,21). Allá moraban los dueños de las tierras, los soldados, los policías, los jueces muchas veces insensibles (Lc 18,1-4). Hacia allí se llevaban los impuestos y el producto de la gente. Era allí donde Herodes hacia sus orgías de muerte (Mc 6,21-29). No consta en los evangelios que Jesús hubiese entrado en la ciudad.

A lo largo de aquellos 43 años de gobierno de Herodes, se creó toda una clase de funcionarios fieles al proyecto del rey: escribas, comerciantes, dueños de tierras, fiscales del mercado, publicanos y recaudadores de impuestos, promotores, jefes locales. La mayor parte de este personal moraba en la capital, gozando de los privilegios que Herodes ofrecía, por ejemplo, exención de impuestos. La otra parte vivía en las aldeas. En cada aldea o ciudad había un grupo de personas que apoyaban al gobierno. Varios escribas y fariseos estaban ligados al sistema y a la política del gobierno. En los evangelios, los fariseos aparecen junto con los herodianos (Mc 3,6; 8,15; 12,13), lo cual refleja la alianza que existía entre el poder religioso y el poder civil. La vida de la gente en las aldeas de Galilea era muy controlada, tanto por el gobierno como por la religión.Era necesario tener mucho valor para comenzar algo nuevo, como hicieron Juan y Jesús. Era lo mismo que atraer sobre sí la rabia de los privilegiados, tanto del poder religioso como del poder civil, tanto a nivel local como estatal.

La edición y el subrayado son nuestros  

Tomado del Sitio Oficial de los Carmelitas


En este día, meditemos en los motivos de Herodes, que no tuvo control de sí, se dejó llevar por miedos y supersticiones y no hizo lo correcto.

Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte. 

Gracias

28 de agosto de 2012

¡Descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad!


 Del santo Evangelio según San Mateo 23, 23-26
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.

¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!  ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpio también por fuera". 
(Aciprensa.com)

Comentario:

El evangelio de hoy presenta dos otros ‘hay’ que Jesús pronuncia contra los líderes religiosos de su época. Los dos ‘ay’ de hoy denuncian la falta de coherencia entre palabra y actitud, entre el exterior y el interior. Al meditar las palabras tan duras de Jesús, tengo que pensar no sólo en los doctores y en los fariseos de la época de Jesús., sino que también y sobre todo en el hipócrita que hay en mí, en nosotros, en nuestra familia, en la comunidad, en nuestra iglesia, en la sociedad de hoy. Vamos a mirar en el espejo del texto, para descubrir lo que hay de errado en nosotros. 

 • Mateo 23,23-24: El quinto ‘ay’ contra los que insisten en el cumplimiento y olvidan la misericordia. “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe!”. Este quinto ‘ay’ de Jesús contra los líderes religiosos de aquella época puede ser repetido contra muchos líderes religiosos de los siglos siguientes, hasta hoy. Muchas veces, en nombre de Dios, insistimos en detalles y olvidamos la misericordia. Por ejemplo, el jansenismo (herejía s.  XVII) volvió la vivencia de la fe árida, insistiendo en observancias y penitencias que desviaron al pueblo del camino del amor. La hermana carmelita Teresa de Lisieux creció en este ambiente jansenista, que marcaba la Francia del final del siglo XIX. Fue a partir de una dolorosa experiencia personal que ella supo recuperar la gratuidad del amor de Dios con la fuerza que debe animar por dentro la observancia de las normas. Pues, sin la experiencia del amor, las observancias hacen de Dios un ídolo.

• Mateo 23,25-26: El sexto ‘ay’ contra los que limpian las cosas por fuera y las ensucian por dentro. “«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña e intemperancia! ¡Fariseo ciego, purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura!”
En el Sermón de la Montaña, Jesús critica a los que observan la letra de la ley y transgreden el espíritu de la ley. Dice: " Habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal. Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano `imbécil', será reo ante el Sanedrín; y el que le llame `renegado', será reo de la gehenna de fuego. «Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón” (Mt 5,21-22.27-28). No basta observar la letra de la ley. No basta no matar, no robar, no cometer adulterio, no jurar, para ser fiel a lo que Dios nos pide. Sólo observa plenamente la ley de Dios aquel que, más allá de la letra, va hasta la raíz y arranca dentro de sí “los deseos de robo y de codicia” que pueden llevar al asesinato, al robo, al adulterio. La plenitud de la ley se realiza en la práctica del amor [la ley se cumple en verdad si nos mueve el Amor de Dios y el amor por los hermanos].


La edición y el subrayado son nuestros  

Tomado del Sitio Oficial de los Carmelitas


La base de toda ley, incluso la de Moisés,  es la ley natural. La Iglesia nos enseña: ¨La ley natural no es otra cosa que la luz de la inteligencia puesta en nosotros por Dios; por ella conocemos lo que es preciso hacer y lo que es preciso evitar. Esta luz o esta ley, Dios la ha dado a la creación¨ (S. Tomás de Aquino, dec. praec. 1) (Catecismo 1955)

Por esta ley podemos conocer por medio de la razón y en lo profundo de nosotros, el corazón, el bien y el mal,  la verdad y la mentira, es decir podemos discernir. Es natural por que ¨naturalmente¨ como seres humanos la tenemos. Sin embargo su aplicación, la forma como la cumplimos, puede cambiar debido a lugares, circunstancias y épocas. Por ejemplo el ¨robar¨ sabemos sin pensar mucho que es malo y es pecado, pero en tiempos de guerra y en un niño que sufre hambre y necesidad, no lo es, pues su necesidad de vivir, naturalmente le exije calmar su hambre. (Catecismo 1954-1960)

Asimismo, ¨la ley natural¨ para cumplirla con justicia, exije: Formar el corazón, es decir el esfuerzo de uno mismo por descubrir constantemente lo bueno y verdadero, y cuando se es Padre, el esfuerzo por formarlo en los hijos.

En este día, empecemos el camino de conocer lo ¨bueno y verdadero¨ en base a la ley del amor de Jesús: ¨Amar A Dios sobre todas las cosas y al pójimos como a uno mismo¨.

Que la misericordia y la confianza en el Señor  no les falte.

Gracias

27 de agosto de 2012

"¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los cielos!

Del santo Evangelio según San  Mateo 23, 13-22
En aquel tiempo habló Jesús diciendo: "¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los cielos! Ni entráis vosotros, no dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que devoráis los bienes de las viudas con pretexto de largas oraciones! Vuestra sentencia será por eso más severa. ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: "Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga"! ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga". ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar, jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo, jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él".(Aciprensa.com)


Comentario:



Los próximos tres días vamos a meditar el discurso que Jesús pronunció criticando a los doctores de la ley y a los fariseos, llamándolos hipócritas. En el evangelio de hoy (Mt 23,13-22), Jesús pronuncia contra ellos cuatro ‘ay’ o plagas. En todo ocho ‘ay’ o plagas contra los líderes religiosos de la época. 

Son palabras muy duras. Al meditarlas, tengo que pensar en los doctores y en los fariseos del tiempo de Jesús, pero también y sobre todo en el hipócrita que hay en mí, en nosotros, en nuestra familia, en nuestra Iglesia, en la sociedad de hoy. Vamos a mirar en el espejo del texto para descubrir lo que existe de errado en nosotros.

• Mateo 23,13: El primer ‘ay’ contra los que cierran la puerta del Reino. “Que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos! Vosotros ciertamente no entráis; y a los que están entrando no les dejáis entrar”. ¿Cómo cierran el Reino? Presentando a Dios como un juez severo, dejando poco espacio a la misericordia. Imponiendo en nombre de Dios leyes y normas que no tienen nada que ver con los mandamientos de Dios, falsificando la imagen del Reino y matando en los otros el deseo de servir a Dio y el Reino. Una comunidad que se organiza alrededor de este falso dios “no entra en el Reino”, ni es expresión del Reino, e impide que sus miembros entren en el Reino.

• Mateo 23,14: El segundo ‘ay’ contra los que usan la religión para enriquecerse: "Ustedes explotan a las viudas, y roban en sus casas y, para disfrazar, hacen largas oraciones! Por esto, ustedes van a recibir una condena muy severa”.
Jesús permite que los discípulos vivan del evangelio, pues dice que el obrero merece su salario (Lc 10,7; cf. 1Cor 9,13-14), pero usar la oración y la religión como medio para enriquecerse, esto es hipocresía y no revela la Buena Nueva de Dios. Transforma la religión en un mercado. Jesús expulsa a los comerciantes del Templo (Mc 11,15-19) citando a los profetas Isaías y Jeremías:“Mi casa es casa de oración para todos los pueblos y ustedes la han transformado en una cueva de ladrones” (Mc 11,17; cf. Is 56,7; Jr 7,11)). Cuando el mago Simeón quiso comprar el don del Espíritu Santo, Pedro lo maldijo (Hec 8,18-24). Simón recibió la “condena más severa” de la que Jesús habla en el evangelio de hoy.


• Mateo 23,15: El tercero ‘ay’ contra los que hacen proselitismo. “Ustedes que recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que vosotros!”. Hay personas que se hacen misioneros y misioneras y anuncian el evangelio no para irradiar la Buena Nueva del amor de Dios, sino para atraer a otros a su grupo o a su iglesia. Una vez, Juan prohibió a una persona el que usara el nombre de Jesús porque no formaba parte de su grupo. Jesús respondió: “No se lo impidáis. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros” (Mc 9,39). El documento de la Asamblea Plenaria de los obispos de América Latina, se realizó en el mes de mayo de 2008, en Aparecida, Brasil, bajo el título: “¡Discípulos y misioneros de Jesucristo, para que en él nuestros pueblos tengan vida!” Es decir que el objetivo de la misión no es para que los pueblos se vuelvan católicos, ni para hacer proselitismo, sino para que los pueblos tengan vida, y vida en abundancia.


• Mateo 23,16-22: El cuarto ‘ay’ contra los que viven haciendo juramento. “Ustedes dicen: ' Si uno jura por el Santuario, eso no es nada; mas si jura por el oro del Santuario, queda obligado!”. Jesús hace un largo razonamiento para mostrar la incoherencia de tantos juramentos que la gente hacía o que la religión oficial mandaba hacer: juramento por el oro del templo o por la ofrenda que está sobre el altar. La enseñanza de Jesús, indicada en el Sermón de la Montaña, es el mejor comentario del mensaje del evangelio de hoy: “Pues yo os digo que no juréis en modo alguno: ni por el Cielo, porque es el trono de Dios, ni por la Tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey. Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. Sea vuestro lenguaje: `Sí, sí' `no, no': que lo que pasa de aquí viene del Maligno” (Mt 5,34-37).

La edición y el subrayado son nuestros  

Tomado del Sitio Oficial de los Carmelitas



La Hipocresía: La Iglesia enseña: "El pecado de hipocresía es fingir cualidades o sentimientos. Es una forma de mentir.

No se debe confundir la hipocresía con el cumplimiento del deber cuando no se tiene ganas. Hipocresía es fingir. Muy distinto es luchar contra la tendencia de la carne motivado por un sincero esfuerzo por hacer el bien. Todo ser humano tiene una lucha interior. Hacer la voluntad de Dios con frecuencia requiere gran esfuerzo. Por ejemplo: El que no tiene ganas de ir a misa o ser caritativo, pero lo hace en conciencia. 

Dios es Verdad y es incompatible con la mentira. Jesús nos enseña a ser personas de la verdad, hijos de la luz. Dice Jesús: "Yo soy la Verdad" -Juan 14, 6. Quien vive y habla la verdad actúa como hijo de Dios que es verdad pura: "Sea vuestro lenguaje: "Sí, sí"; "no, no": que lo que pasa de aquí viene del Maligno" -Mateo 5,37.

El Maligno es el padre de la mentira porque en el encuentra la mentira su origen. El que miente se asocia a Satanás (Cf. Juan 8, 42).

Hipocresía en la Religión: La religión de los fariseos era hipocresía. Esta es la peor hipocresía porque utiliza la relación con Dios como objeto de vanagloria personal. Esto causa escándalo e incita a que otros rechacen la religión." (corazones.org)

En este día descubramos nuestra propia verdad, la que nos lleva a a seguir a Jesús.

Que la misericordia y la confianza en el Señor, no les falte.


26 de agosto de 2012

Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y algunos de vosotros, no creen.


Del santo Evangelio según San Juan 6, 60-69
Domingo 21 del tiempo Ordinario
En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: "Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?" Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: "¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen. "Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: "Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede." Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: "¿También vosotros queréis marcharos?" Simón Pedro le contestó: "Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios". (Aciprensa.com) 

 Comentario:

Hoy tenemos la quinta y última lectura del capítulo sexto del evangelio de Juan. La semana que viene vamos a volver a la lectura del Evangelio de Marcos. El pasaje de hoy, es en realidad un paralelo de la misma escena entre los sinópticos [evangelios de Mateo, Marcos y Lucas], donde Jesús pregunta a sus discípulos que piensan quién es Él. Juan, como suele suceder, lo pone de una manera más dramática.
(…)
¿Hay mucho que entender? 
La semana pasada vimos como impactaron las palabras de Jesús cuando lo escucharon literalmente: "Si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" Ahora, no sólo los líderes religiosos, sino los propios discípulos de Jesús están profundamente escandalizados: "Esta enseñanza es difícil: ¿quién la puede oír?" Y, tomado literalmente, ¿cómo podría cualquier persona civilizada aceptar tal afirmación?

Nosotros, por supuesto, sabemos que estas palabras no deben tomarse en sentido literal. Es la manera dramática de Jesús, al decir que tenemos que aceptarlo totalmente, sin condiciones ni reservas. Sus pensamientos y actitudes, sus valores, su visión de vida debe llegar a ser totalmente nuestra. Ante todo hemos de identificarnos con él en la ofrenda de su cuerpo y el derramamiento de su sangre en la cruz, el símbolo del amor inefable de Dios para nosotros.

Y, en la Eucaristía, con la que este capítulo está estrechamente vinculada, reconocemos que la comunión es aceptar el reto de ser totalmente uno con Jesús. No es suficiente que él venga a mí, yo también tengo que ir todo el camino hasta él, con él. Cuando el ministro dice, ofreciendo el pan: "El Cuerpo de Cristo", respondo con un total "¡Sí!" Ese "sí" no es sólo un acto de fe en la presencia real, sino un compromiso total de mí mismo a Jesús, en la comunidad de la que soy miembro. 

Carne y hueso
Hay, pues, un giro irónico en lo que sigue, cuando Jesús dice: "El espíritu es el que da vida, la carne no tiene nada que ofrecer". Las palabras de Jesús son espíritu,  son vida fértil. Para escuchar lo que dice acerca de su "carne" y "sangre" literalmente hay que escuchar con los oídos de la carne. Sólo cuando escuchamos las palabras de Jesús en el Espíritu, toman su sentido real, y ¨se convierten¨, podríamos decir, en la carne y la sangre. Y, en su verdadero sentido, exige radicalidad para entender. 

Comer carne humana es repugnante, pero pudimos hacerlo (y lo ha hecho en situaciones extremas). La total asimilación del espíritu de Jesús y la perspectiva en nuestras vidas es mucho más difícil. Y fue un desafío que algunos de los discípulos de Jesús no estaban preparados para enfrentar. Y ¿la razón?: "Hay entre vosotros algunos que no creen, no confían en mí."

Sólo con una profunda confianza, incondicional en Jesús podemos profundizar en el verdadero significado de sus palabras. Se requiere una mente absolutamente abierta y dispuesta a recibir lo que está ahí. Y esto es un don de Dios: "Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si no se concede el Padre." 

Como para demostrar la verdad de las palabras de Jesús de este evangelio,  comentamos con tristeza: "A causa de esto muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con él". Esas palabras "se volvieron " son muy tristes. La palabra "con-versión", significa un giro hacia [Dios], lo que esto es: una "inversión", un alejamiento, peor aún, un retorno a su anterior ceguera. Ya no compartieron su vida y su luz.

Estas son algunas de las palabras más tristes en el Evangelio. Esto le pasa a muchos y le puede pasar a cualquiera de nosotros. Le pasó a Judas, a los discípulos en el evangelio de hoy y casi le pasó a Pedro. 

¿También vosotros queréis irse ? Es entonces cuando Jesús se dirige al círculo íntimo de los Doce. ¿Hay ansiedad en la pregunta de Jesús o es un desafío?: «¿También vosotros queréis marcharos [de mí]?" Estas palabras recuerdan la escena de Cesárea de Filipo, en los sinópticos, Pedro, hablando en nombre de todos, dice: "Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna. Hemos llegado a creer y saber que tú eres el Santo de Dios ". 

"Señor, ¿donde quién vamos a ir?" Tal vez nosotros también tengamos ganas de salir de Jesús, dejando a su Iglesia. Algunos hay que pueden experimentar serias dudas acerca de nuestra fe. Tal vez hemos tenido esa experiencia ya. Puede ser muy doloroso y desconcertante. Hay muchas razones por las que esto puede ocurrir:

- Pobre instrucción en la fe cristiana que nos hace tener una visión distorsionada del mensaje evangélico
- Testimonio negativo, el comportamiento escandaloso de los demás cristianos - ya sean sacerdotes o laicos
- Conflictos con otros católicos o cristianos
- La poderosa atracción de un mundo seductor que no es compatible con la visión cristiana
- Una opción seria y concienzuda de otra visión de la vida, uniéndose a otra fe cristiana o no cristiana.

Por otro lado, muchos han reflexionado que, a pesar de las dificultades y dudas, no hay realmente ninguna alternativa viable a la forma de vida que Jesús propone. Es una forma de vida que no queda desvirtuada por el comportamiento escandaloso de algunos de los seguidores de Jesús. Aprendemos a hacer una clara distinción entre la esencia de la visión de Cristo y de la forma desordenada en la que sus partidarios tratan de vivirla.

La fe no es un hecho. No es simplemente un conjunto de ideas que se celebran. Se trata de una relación viva con una persona y su visión de la vida. Es una relación que necesita para crecer y profundizarse con los años. Es una relación que no ha dejado de ser re-evaluado en un mundo en constante cambio. Ser cristiano en el siglo 21 plantea exigencias diferentes de ser cristiano en la década de 1970 o 1950.

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Dificultades de Fe 
El simple hecho de "dar marcha atrás" en Jesús y el Evangelio a causa de una lectura demasiado literal de algunas palabras en este pasaje parece fuera de toda proporción. 

Mientras el mensaje del Nuevo Testamento no cambia, la forma en que ha de ser vivida no ha dejado de adaptarse a un mundo cambiante, y me ha cambiado . 

Muchos cristianos comprometidos, tienen de vez en cuando que lidiar con dificultades graves de fe en sus vidas. Es casi una experiencia necesaria para la propia madurez de la fe en las diferentes etapas de la vida. Cada cierto tiempo uno se encuentra con la respuesta de Pedro: "Señor, ¿a quién [más] voy a ir?" Aunque  haya dudas, uno se da cuenta de que una visión de la vida más satisfactoria que la ofrecida por Jesús en el Evangelio no había sido encontrada. 

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Lo que el evangelio de hoy nos advierte es el no tener una nueva conversión a lo que es una verdad más profunda, para volver a un estado anterior de ceguera y oscuridad.

La edición y el subrayado son nuestros  

Tomado del Sitio: Living Space, commentaries on the daily readings. 

En este día no hagamos lo que la gente, sino aceptemos y acojamos esta pofunda verdad : ¨Jesús es el Pan de Vida¨.

Que la misericordia y la confianza en el Señor , no les falte. 

Gracias

Véase también: 

25 de agosto de 2012

¨Haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen¨


Del santo Evangelio según San Mateo 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos diciendo: "En la cátedra de Moisés se han sentado los letrados y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente a los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en la sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame "maestros". Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro Maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar jefes, porque uno solo es vuestro Señor, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
(Aciprensa.com) 

 Comentario: 

El evangelio de hoy forma parte de la larga crítica de Jesús contra los escribas y los fariseos (Mt 23,1-39). Lucas y Marcos tienen apenas unos trozos de esta crítica contra las lideranzas religiosas de la época. Sólo el evangelio de Mateo nos informa sobre el discurso, por entero. Este texto tan severo deja entrever lo enorme que era la polémica de las comunidades de Mateo con las comunidades de los judíos de aquella época en Galilea y en Siria.

Al leer estos textos fuertemente contrarios a los fariseos debemos tener mucho cuidado para no ser injustos con el pueblo judío. Nosotros los cristianos, durante siglos, tuvimos actitudes anti-judaicas y, por esto mismo, anti-cristianas. Lo que importa al meditar estos textos es descubrir su objetivo: Jesús condena la incoherencia y la falta de sinceridad en la relación con Dios y con el prójimo. Está hablando contra la hipocresía tanto de ellos como de nosotros, hoy.

• Mateo 23,1-3: El error básico: dicen y no hacen. Jesús se dirige a la multitud y a los discípulos y critica a los escribas y fariseos. El motivo del ataque es la incoherencia entre palabra y práctica. Hablan y no practican. Jesús reconoce la autoridad y el conocimiento de los escribas.Están sentados en la cátedra de Moisés. Por esto, haced y observad todo lo que os digan. Pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen!”

• Mateo 23,4-7: El error básico se manifiesta de muchas maneras. El error básico es la incoherencia: “Dicen y no hacen”. Jesús enumera varios puntos que revelan una incoherencia. Algunos escribas y fariseos imponen leyes pesadas a la gente. Conocían bien las leyes, pero no las practican, ni usan su conocimiento para aliviar la carga sobre los hombros de la gente. Hacían todo para ser vistos y elogiados, usaban túnicas especiales para la oración, les gustaba ocupar sitios importantes y ser saludados en la plaza pública. Querían ser llamados ¡“Maestro”¡ Representaban un tipo de comunidad que mantenía, legitimaba y alimentaba las diferencias de clase y de posición social. Legitimaba los privilegios de los grandes y la posición inferior de los pequeños. Ahora, si hay una cosa que a Jesús no le gusta son las apariencias que engañan.

• Mateo 23,8-12: Cómo combatir el error básico. ¿Cómo debe ser una comunidad cristiana? Todas las funciones comunitarias deben ser asumidas como un servicio: “El mayor entre vosotros será vuestro servidor!” A nadie hay que llamar Maestro (Rabino), ni Padre, ni Guía. Pues la comunidad de Jesús debe mantener, legitimar, alimentar no las diferencias, sino la fraternidad. Esta es la ley básica: “Ustedes son hermanos y hermanas!” La fraternidad nace de la experiencia de que Dios es Padre, y que hace de todos nosotros hermanos y hermanas. “Pues, el que se ensalce será humillado, y el que se humille será ensalzado!”

• El grupo de los Fariseos. El grupo de los fariseos nació en el siglo II antes de Cristo con la propuesta de un cumplimiento más perfecto de la Ley de Dios, sobre todo de las normas sobre la pureza. Ellos eran más abiertos que los saduceos a las novedades. Por ejemplo aceptaban la fe en la resurrección y la fe en los ángeles, cosa que los saduceos no aceptaban. La vida de los fariseos era un ¨testimonio ejemplar¨: rezaban y estudiaban la ley durante ocho horas al día; trabajaban durante ocho horas para poder sobrevivir; descansaban y se divertían otras ocho horas. Por eso, eran considerados grandes líderes entre la gente. De este modo, a lo largo de siglos, ayudaron a la gente a conservar su identidad y a no perderse.

• La mentalidad llamada farisáica. Con el tiempo, sin embargo, los fariseos se agarraron al poder y dejaron de escuchar los llamados de la gente, ni dejaron que la gente hablara. La palabra “fariseo” significa “separado”. Su cumplimiento era tan estricto y riguroso que se distanciaban del común de la gente. Por eso, eran llamados “separados”. De ahí nace la expresión "mentalidad farisáica". Eran de las personas que piensan poder conquistar la justicia a través de un cumplimiento escrito y riguroso de la Ley de Dios. Generalmente, son personas miedosas, que no tienen el valor de asumir el riesgo de la libertad y de la responsabilidad. Se esconden detrás de la ley y de las autoridades. Cuando estas personas alcanzan una función de mando, se vuelven duras e insensibles para esconder su imperfección.

• Rabino, Guía, Maestro, Padre. Son los cuatro títulos que Jesús no permite que la gente use. Y sin embargo, hoy en la Iglesia, los sacerdotes son llamados “padre”. Muchos estudian en las universidades de la Iglesia y obtienen el título de “Doctor” (maestro). Mucha gente hace dirección espiritual y se aconseja con las personas que son llamadas “Director espiritual” (guía). Lo que importa es que se tenga en cuenta el motivo que llevó a Jesús a prohibir el uso de estos títulos. Si son usados para que una persona se afirme en una posición de autoridad y de poder, son mal usados, y esta persona se merece la crítica de Jesús. Si son usados para alimentar la fraternidad, el servicio y para profundizar en ellos, no son criticados por Jesús.


La edición y el subrayado son nuestros  

Tomado del Sitio oficial de los carmelitas


¿Cómo diferenciar el bien del mal ? Con el Discernimienro de espíritus.
Diadoco de Foticé, obispo, nos dice¨Conviene que, aun en medio de nuestras luchas, conservemos siempre la paz del espíritu, para que la mente pueda discernir los pensamientos que la asaltan, guardando en la despensa de su memoria los que son buenos y provienen de Dios, y arrojando de este almacén natural los que son malos y proceden del demonio. El mar, cuando está en calma, permite a los pescadores ver hasta el fondo del mismo y descubrir dónde se hallan los peces; en cambio, cuando está agitado, se enturbia e impide aquella visibilidad, volviendo inútiles todos los recursos de que se valen los pescadores.

Sólo el Espíritu Santo puede purificar nuestra mente; si no entra él, como el más fuerte del evangelio, para vencer al ladrón, nunca le podremos arrebatar a éste su presa. Conviene, pues, que en toda ocasión el Espíritu Santo se halle a gusto en nuestra alma pacificada, y así tendremos siempre encendida en nosotros la luz del conocimiento; si ella brilla siempre en nuestro interior, no sólo se pondrán al descubierto las influencias nefastas y tenebrosas del demonio, sino que también se debilitarán en gran manera, al ser sorprendidas por aquella luz santa y gloriosa.


Por esto, dice el Apóstol: No apaguéis el Espíritu, esto es, no entristezcáis al Espíritu Santo con vuestras malas obras y pensamientos, no sea que deje de ayudaros con su luz. (...)


La sensibilidad del espíritu consiste en un gusto acertado, que nos da el verdadero discernimiento. Del mismo modo que, por el sentido corporal del gusto, cuando disfrutamos de buena salud, apetecemos lo agradable, discerniendo sin error lo bueno de lo malo, así también nuestro espíritu, desde el momento en que comienza a gozar de plena salud y a prescindir de inútiles preocupaciones, se hace capaz de experimentar la abundancia de la consolación divina y de retener en su mente el recuerdo de su sabor, por obra de la caridad, para distinguir y quedarse con lo mejor, según lo que dice el Apóstol: Y ésta es mi oración: Que vuestro amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores.
¨(El discernimiento de espíritus se adquiere por el gusto espiritual en: Sobre la perfección espiritual, Diadoco de Foticé, obispo - Corazones.org )

En este día pidámosle perdón al Señor por nuestros pecados y la paz de su presencia, oara alejar todo lo que nos impide discernir y el abrirnos a su vida. 

Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte. 

Gracias

24 de agosto de 2012

¿Sabemos equivocarnos?

¿Sabemos equivocarnos?

No existe quien no se haya equivocado alguna vez, lo que sí existe seguramente son personas que han sabido sacar de sus errores nuevas fuerzas

Me pregunto muchas veces si el hecho de ser “perfeccionista” es verdaderamente una virtud, o un defecto. Y creo que tiene de las dos cosas.

Es una virtud, desde ya, porque es algo que nos impulsa a hacer todas las cosas perfectas.

Pero me parece que también es un defecto, dado que la realidad nos dice que en este mundo lo perfecto, no existe plenamente. Siempre está la posibilidad de equivocarse, y de hecho nos equivocamos.

Por eso es que me parece que el hecho de “aprender a equivocarse” es importante, quizás debiera ser una de las primeras cosas que tendrían que enseñarnos: que el fallar, es parte de nuestra condición humana. Que debemos buscar realizar todo lo más “perfectamente” posible, pero que inevitablemente está la posibilidad de equivocarnos.

El hecho de aprender a equivocarnos, sin dudas que nos ayudaría en muchas circunstancias que nos toca vivir, sobre todo para poder superarnos, y no creer que “hemos fracasado”, y quizás sólo haya sido que creíamos que inevitablemente todo nos iba a salir como lo planeamos, es decir, perfecto, y en realidad lo que después aparece como fracaso, no es otra cosa que la posibilidad que hay siempre de cometer un error, o de que no todo salga “tan perfectamente”.

Siempre pienso que en la vida lo importante no es no fallar, “no caerse”, sino el ver cómo reaccionamos ante una falla, si somos capaces de levantarnos de una caída. 

Por eso me parece fundamental que ya en la educación que damos a nuestros niños y jóvenes, los preparemos para esa posibilidad de equivocarse, de saber superar un error, de poder “asumirlo”, “hacerse cargo” de sus fallas, y no hacerles creer que pueden ser “omnipotentes” a tal punto que si cometen un error, ya hay que hablar de “fracaso”.

Los jóvenes tienen grande ideales, están hechos para las grandes empresas, y eso no se debe aplacar, pero sí mostrarles que muchas veces la realidad nos enseña que hay logros que vienen después de algunos obstáculos que hay que superar, que muchas veces algo que llamamos fracaso, no es más que una nueva oportunidad para demostrarnos que somos capaces de salir adelante, aún cuando todo haga pensar que no valió la pena tanto esfuerzo que se ha puesto para llevar adelante una tarea.

No existe quien no se haya equivocado alguna vez, lo que sí existen seguramente son personas que han sabido sacar de sus errores nuevas fuerzas para renovar un emprendimiento y no quedarse con la amargura de pensar que todo esfuerzo es inútil y no vale la pena volver a intentarlo.

Espero que sepamos enseñar a los jóvenes que no hay una vida “sin problemas”, sin posibilidad de errores, pero que sí hay en todo hombre una capacidad para superarlos.

El Subrayado es nuestro
 
Padre Oscar Pezzarini
Superior Provincial de la
Obra Don Orione en Argentina, Paraguay, Uruguay y México
Fuente: catholic.net

"Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi."

Del santo Evangelio según San Juan 1,45-51
En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice: "Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret." Natanael le replicó: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?" Felipe le contestó: "Ven y verás." Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: "Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño." Natanael le contesta: "¿De qué me conoces?" Jesús le responde: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi." Natanael respondió: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel." Jesús le contestó: "¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores." Y le añadió: "Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre".(Aciprensa.com)


Comentario:

Jesús volvió para Galilea. Encontró a Felipe y le llamó: ¡Sígueme! El objetivo del llamado es siempre el mismo:"seguir a Jesús” Los primeros cristianos insistieron en conservar los nombres de los primeros discípulos. De algunos conservaron hasta los apellidos y el nombre del lugar de origen. Felipe, Andrés y Pedro eran de Betsaida (Jn 1,44). Natanael era de Caná (Jn 22,2). Hoy, muchos olvidan los nombres de las personas que están en el origen de su comunidad. Recordar los nombres es una forma de conservar la identidad. 

Felipe encuentra a Natanael y habla con él sobre Jesús: "Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la Ley y también los profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret". Jesús es aquel hacia quien apuntaba toda la historia del Antiguo Testamento.

• Natanael pregunta: "Pero, ¿puede salir algo bueno de Nazaret?” Posiblemente en su pregunta emerge la rivalidad que acostumbraba existir entre las pequeñas aldeas de una misma región: Caná y Nazaret. Además de esto, según la enseñanza oficial de los escribas, el Mesías vendría de Belén en Judea. No podía venir de Nazaret en Galilea (Jn 7,41-42). Andrés da la misma respuesta que Jesús había dado a los otros dos discípulos: “¡Ven y verá!" No es imponiendo sino viendo que las personas se convencen. De nuevo, ¡el mismo proceso: encontrar, experimentar, compartir, testimoniar, llevar a Jesús! 

• Jesús ve a Natanael y dice: "¡Ahí viene un verdadero israelita, sin falsedad!" Y afirma que ya le conocía, cuando estaba debajo de la higuera. ¿Cómo es que Natanael podía ser un "auténtico israelita” si no aceptaba a Jesús como Mesías? Natanael "estaba debajo de la higuera". 

La higuera era el símbolo de Israel (cf. Mi 4,4; Zc 3,10; 1Re 5,5). Israelita auténtico es aquel que sabe deshacerse de sus propias ideas cuando percibe que no concuerdan con el proyecto de Dios. El israelita que no está dispuesto a esta conversión no es ni auténtico, ni honesto. El esperaba al Mesías según la enseñanza oficial de la época (Jn 7,41-42.52). Por esto, inicialmente, no aceptaba a un mesías venido de Nazaret. Pero el encuentro con Jesús le ayudó a percibir que el proyecto de Dios no siempre es como la gente se lo imagina o desea que sea.

El reconoce su engaño, cambia idea, acepta a Jesús como mesías y confiesa: "¡Maestro, tu eres el hijo de Dios, tú eres el rey de Israel!" La confesión de Natanael no es mas que el comienzo. Quien será fiel, verá el cielo abierto y los ángeles que suben y bajan sobre el Hijo del Hombre. Experimentará que Jesús es la nueva alianza entre Dios y nosotros, los seres humanos. Es la realización del sueño de Jacob (Gén 28,10-22).


La edición y el subrayado son nuestros  

Tomado del Sitio oficial de los carmelitas

El ¨llamado¨ es la vocación y la primera que tenemos es la vocación a la vida. Juan Pablo II nos dice: ¨Considerar la vida como vocación favorece la libertad interior, estimulando en la persona el deseo de futuro, conjuntamente con el rechazo de una concepción de la existencia pasiva, aburrida y banal. La vida asume así el valor del "don recibido, que tiende por naturaleza a llegar a ser bien dado" (Doc. Nuevas vocaciones para una nueva Europa, 1997,16, b). El hombre muestra ser renovado en el Espíritu (Cf. Jn. 3, 3.5) cuando aprende a seguir el camino del nuevo mandamiento "que os améis los unos a los otros, como yo os he amado" (Cf. Jn 15,12). Se puede afirmar que, en cierto sentido, el amor es el DNA de los hijos de Dios; es la " la vocación santa" con la que hemos sido llamados "según su propósito y su gracia, gracia que nos fue dada en Cristo Jesús, antes de los tiempos eternos y manifestada en el presente por la aparición de nuestro Salvador, Jesucristo" (2 Tm 1,9.10).(Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, Juan Pablo II, 6 de mayo de 2001)

El primer llamado que tenemos es al Vivir, cuando lo acogemos nos da la verdadera libertad interior. Pues nos alejamos de nuestros miedos y miramos el futuro con esperanza viviendo de verdad el presente. La vemos como un ¨regalo¨ de Dios al que debemos responder con amor hacia Dios y los demás.   


En este día, sintamos la mirada de Jesús que ve toda nuestra vida y escuchemos su voz que nos dice: ¨Ven y Sígueme¨. 

Que la misericordia y la confianza en el Señor, no les falte. 

Gracias