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31 de diciembre de 2012

Los pastores al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño.

Del santo Evangelio según San Lucas 2,16-21  Solemnidad de Santa María Madre de Dios 
1 de Enero

En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho.

Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
(Aciprensa.com)

Comentario:
El texto de esta fiesta de la Madre de Dios (Lc 2,16-21) forma parte de la descripción más amplia del nacimiento de Jesús (Lc 2,1-7) y de la visita de los pastores (Lc 2,8-21). El ángel había anunciado el nacimiento del Salvador, dando una señal para reconocerlo: “Encontraréis un niño envuelto en pañales, y acostado en un pesebre”. Ellos esperaban al Salvador de todo un pueblo y deberán reconocerlo en un niño recién nacido, pobre, que yace entre dos animales. ¡Gran sorpresa! 

El plan de Dios acontece de modo inesperado, lleno de sorpresa. Esto sucede hoy también. ¡Un niño pobre será el Salvador del mundo! ¿Te lo puedes creer? 

Lucas 2,8-9: Los primeros invitados 
Los pastores eran personas marginadas, poco apreciadas. Vivían junto con los animales, separados del resto de la humanidad. A causa del contacto permanente con los animales eran considerados impuros. Nunca, nadie les hubiera invitado a visitar a un recién nacido. Pero precisamente a estos pastores aparece el Ángel del Señor para transmitirle la gran noticia del nacimiento de Jesús. Ante la aparición de los ángeles ellos se llenan de temor.

Lucas 2,10-12: El primer anuncio de la Buena Nueva
La primera palabra del ángel es: ¡No temáis! La segunda es: ¡Gozo para todo el pueblo! La tercera es: ¡Hoy! Para enseguida dar tres nombres como queriéndonos indicar quien es Jesús: ¡Salvador, Cristo y Señor! ¡Salvador es aquél que libera a todos de todo lo que les ata! A los gobernantes de aquel tiempo les gustaba usar el título de Salvador. Ellos mismos se atribuían el título de Soter = Salvador). Cristo significa ungido o mesías. En el Viejo Testamento éste era el título que se le daba a los reyes y a los profetas. Era también el título del futuro Mesías que cumpliría las promesas de Dios con respecto al pueblo. Esto significa que el recién nacido, que yace en un pesebre, viene a realizar la esperanza del pueblo. ¡Señor era el nombre que se daba a Dios mismo! Aquí tenemos los tres títulos más grandes que se pueda imaginar. A partir de este anuncio del nacimiento de Jesús Salvador Cristo Señor, imagínate alguno con una categoría más elevada. El ángel te dice: “¡Atención! Te doy esta señal de reconocimiento: encontrarás a un niño en un pesebre, en medio de los pobres!” ¿Tú lo creerías? ¡El modo como Dios obra es diverso del nuestro!


Lucas 2,13-14: Alabanza de los ángeles: Gloria a Dios en lo más alto del cielo, Paz en la tierra a los hombres en quienes Él se complace
Una multitud de ángeles aparece y desciende del cielo. Es el cielo el que se plega sobre la tierra. Las dos frases del versículo resumen el proyecto de Dios, su plan. La primera dice qué sucede en el mundo de arriba: Gloria Dios en lo más alto del cielo. La segunda dice lo que sucederá en el mundo de aquí abajo: ¡Paz en la tierra a los hombres que Él ama! Si la gente pudiera experimentar lo que verdaderamente significa ser amados por Dios, todo cambiaría y la paz habitaría en la tierra. Y sería ésta la mayor gloria de Dios que vive en lo más alto.

Lucas 2, 15-18: Los pastores van hasta Belén y cuentan la visión de los ángeles 
 La Palabra de Dios no es un sonido producido por la boca. Es sobre todo ¡un acontecimiento! Los pastores dicen literalmente: “Vayamos a ver esta palabra que se ha verificado y que el Señor nos ha manifestado” En hebreo, la expresión DABAR puede significar al mismo tiempo palabra y cosa (acontecimiento), generado por la palabra. La palabra de Dios tiene fuerza creadora. Cumple lo que dice. En la creación dijo Dios: “¡Hágase la luz! ¡Y la luz se hizo!” (Gén 1,3). La palabra del ángel a los pastores es el acontecimiento del nacimiento de Jesús.

Lucas 2,19-20: Conducta de María y de los pastores ante los hechos, ante la palabra
Lucas añade enseguida que “ María conservaba estas palabras (acontecimientos) meditándolos en su corazón”. Son dos modos de percibir y acoger la Palabra de Dios: (i) Los pastores se levantan y van para ver los hechos y verificar en ellos la señal que se les había dado por el ángel, y después, vuelven a sus rebaños glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído. (ii) María, por su parte, conservaba con cuidado todos los acontecimientos en la memoria y los meditaba en su corazón. Meditar las cosas significa rumiarlas e iluminarlas con la luz de la Palabra de Dios, para así llegar a entender mejor todo el significado para la vida.

Lucas 2,21: La circuncisión y el Nombre de Jesús 
De acuerdo con una norma de la Ley, el pequeño Jesús es circuncidado el octavo día después de su nacimiento (cf Gén 17,12). La circuncisión era una señal de pertenencia al pueblo. Daba identidad a la persona. En esta ocasión cada niño recibía su nombre (cf Lc 1,59-63). El niño recibe el nombre de Jesús que le había sido dado por el ángel, antes de ser concebido. El ángel había dicho a José que el nombre del niño debía ser Jesús “él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt 1,21). El nombre de Jesús es Cristo, que significa Ungido o Mesías. Jesús es el Mesías esperado. Un tercer nombre es Emmanuel, que significa Dios con nosotros (Mt 1,23). ¡El nombre completo es Jesús Cristo Emmanuel!
 
La edición y el subrayado son nuestros
Tomado del Sitio Oficial de los Carmelitas



En este día, descubramos que Jesús es el Cristo, nuestro Señor y Salvador,  y que María es su madre. 
 
Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.

Gracias.





30 de diciembre de 2012

"¿Por qué me buscábais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?"

Del santo Evangelio según San Lucas 2, 41-52
La Sagrada Familia de Jesús, María y José
Domingo infraoctava de Navidad 

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: "Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados."
Él les contesto: "¿Por qué me buscábais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?"
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.
Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.
(Aciprensa.com)

Comentario:
Nos encontramos en los así llamados relatos de la infancia según Lucas (cap. 1-2) en los versículos finales. Un prólogo teológico y cristológico más que histórico, en el que vienen presentado los motivos que se harán después frecuente en la catequesis de Lucas: el templo, el viaje a Jerusalén, la filiación divina, los pobres, el Padre misericordioso, etc. Con una lectura retrospectiva, en la infancia de Jesús ya aparecen los signos de su vida futura. María y José conducen a Jesús a Jerusalén para participar en una de las tres peregrinaciones (en la Pascua, en Pentecostés, y para la fiesta de las Cabañas) prescriptos por la ley (Dt 16,16). Durante los siete días legales de fiesta la gente participaba en el culto y escuchaba a los Rabinos que discutían bajo el pórtico del Templo. “El niño Jesús se quedó en Jerusalén”, la ciudad que el Señor ha escogido para su sede (2Re 21,4-7; Jer 3,17; Zc 3,2), donde está el Templo (Sal 68,30; 76,3; 135,21), único lugar de culto para el judaísmo (Jn 4,2). Jerusalén es el lugar en el que “todo lo que fue escrito por los profetas se cumplirá” (Lc 18,21), el lugar de su “despedida” (Lc 9,31.51; 24,18) y de las apariciones del resucitado (Lc 24,33.36-49). Los padres “se pusieron a buscarle” con ansia y angustia (44.45.48.49). 

¿Cómo es posible perder un hijo, no caer en la cuenta que Jesús no va en la caravana? ¿Es Cristo el que debe seguir a los demás o al contrario? “Después de tres días” termina la “pasión” y encuentran a Jesús en el Templo, entre doctores, enseñando, entre el estupor general. Comienzan a desvelarse las características de su misión, que encuentran su compendio en las primeras palabras pronunciadas por Jesús en el evangelio de Lucas: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme de las cosas de mi Padre?” Pero ¿quién es su padre? ¿Por qué buscarlo? Es el mismo Padre de las últimas palabras de Jesús, según Lucas, en la cruz “Padre, en tus manos entrego mi espíritu" (23,46) y en la ascensión al cielo: “Y yo os mandaré lo que mi Padre ha prometido” (24,49). 

Ocurre, ante todo, que se debe obedecer a Dios, como bien lo había entendido Pedro, después de Pentecostés (At 5,29), buscar el Reino de Dios y su justicia (Mt 6,33), buscar al Padre en la oración (Mt 7,7-8), buscar a Jesús (Jn 1,38) para seguirlo. Jesús declara su independencia – “yo debo” – cuando se refiere al Padre celestial. Él le hace conocer en su inmensa bondad (Lc 15), pero con todo crea una distancia, una rotura, con respecto a los suyos. Antes de los lazos afectivos, de la realización personal, de los negocios...está el proyecto de Dios. "¡Padre, si quieres, aparta de mi este cáliz! Pero no se haga mi voluntad”. (Lc 22,42) .

Para la madre María empieza a realizarse la profecía de Simeón (Lc 2,34), “pero ellos no comprendieron”. La incomprensión de los suyos es también la de los discípulos cuando el anuncio de la Pasión (18,34) ¿Rebelarse? ¿Someterse? ¿Irse? Jesús “vino a Nazaret y vivía sujeto a ellos” dice Lucas, y María “conservaba todas estas cosas en su corazón”. La conducta de María expresa el desarrollo de la fe de una persona que crece y progresa en la inteligencia del misterio. Jesús revela que la obediencia a Dios es la condición esencial para realizarse en la vida, por un camino de participación en la familia y en la comunidad. La obediencia al Padre es lo que nos hace hermanos y hermanas, nos enseña a obedecer el uno al otro, a escucharnos, a reconocer el uno en el otro el proyecto de Dios. En este clima se crean las condiciones para crecer “ en sabiduría, edad y gracia delante de Dios y de los hombres “ y caminar juntos.


La edición y el subrayado son nuestros
Tomado del Sitio Oficial de los Carmelitas



En este día, descubramos que Jesús nos muestra que primero es cumplir la voluntad de su Padre, la que va de acuerdo al proyecto de vida que tiene para nosotros.

Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.

Gracias.

29 de diciembre de 2012

"Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel."

Del santo Evangelio según San Lucas 2,22-35
Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor", y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones."

Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: "Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel."


Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María su madre: "Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma".
(Aciprensa.com)


Comentario:

• Los primeros dos capítulos del Evangelio de Lucas, escrito en la mitad de los años 80, no son historia según el sentido en que hoy entendemos la historia. Funcionan mucho más como espejo, en el cual los cristianos convertidos del paganismo, descubrieron que Jesús había venido a realizar las profecías del Antiguo Testamento y a atender las más profundas inspiraciones del corazón humano. Son, asimismo, símbolo y espejo de lo que estaba ocurriendo entre los cristianos del tiempo de Lucas. Las comunidades llegadas del paganismo habían nacido de las comunidades de judíos convertidos, pero eran diferentes. El Nuevo no correspondía a lo que el Antiguo imaginaba y esperaba. Era "señal de contradicción" (Lc 2,34), causaba tensiones y era fuente de mucho dolor. En la actitud de María, imagen del Pueblo de Dios, Lucas representa un modelo de cómo perseverar en el Nuevo, sin ser infiel al Antiguo.

• En estos dos primeros capítulos del Evangelio de Lucas, todo gira entorno del nacimiento de dos niños: Juan y Jesús. Los dos capítulos nos hacen sentir el perfume del evangelio de Lucas. En ellos, el ambiente es de ternura y de alabanza. Desde el comienzo al fin, se alaba y se canta, pues, por fin, la misericordia de Dios se reveló en Jesús; él cumplió las promesas hechas a los padres. Y Dios las cumplió a favor de los pobres; de los anawim, como Isabel y Zacarías, María y José, Ana y Simeón, los pastores. Estos supieron esperar su venida.

 • La insistencia de Lucas en decir que María y José cumplieron todo aquello que la Ley prescribe, evoca lo que Pablo escribió en la carta a los Gálatas.: “Cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, sometido a la Ley para rescatar a los que estaban sometidos a la Ley, para que fuesen adoptados como hijos” (Gal 4,4-5). 

 • La historia del viejo Simeón enseña que la esperanza, aunque se demore, un día se realiza. No se frustra, ni se deshace. Pero la forma de realizarse no siempre corresponde a la manera que nos imaginamos. Simeón esperaba al Mesías glorioso de Israel. Llegando al templo, en medio de tantas parejas que llevan a sus niños, él ve a una pareja pobre de Nazaret. Y en esta pareja pobre con su niño ve la realización de su esperanza y de la esperanza del pueblo: “Mis ojos han visto la salvación ante todos los pueblos para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel." 

 • En el texto del evangelio de este día, aparecen los temas preferidos por Lucas, a saber, una gran insistencia en la acción del Espíritu Santo, en la oración y en el ambiente orante, una atención continua a la acción y participación de las mujeres, y una preocupación constante con los pobres y con el mensaje para los pobres.


La edición y el subrayado son nuestros
Tomado del Sitio Oficial de los Carmelitas


La Presentación de Jesús en el templo(cf.Lc 2, 22–39) ¨lo muestra como el Primogénito que pertenece al Señor (cf. Ex 13,2.12–13). Con Simeón y Ana toda la expectación de Israel es la que viene al Encuentro de su Salvador (la tradición bizantina llama así a este acontecimiento). Jesús es reconocido como el Mesías tan esperado, "luz de las naciones" y "gloria de Israel", pero también "signo de contradicción". La espada de dolor predicha a María anuncia otra oblación, perfecta y única, la de la Cruz que dará la salvación que Dios ha preparado "ante todos los pueblos".¨(catecismo 529)




En este día, descubramos que Jesús es el cumplimiento de nuestras esperanzas de salvación.

Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.

Gracias.

28 de diciembre de 2012

"Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto¨

Del santo Evangelio según San Mateo 2,13-18
Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo." José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: "Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto." Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: "Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven". (Aciprensa.com)


Comentario: 

• El Evangelio de Mateo, redactado entorno a los años 80 y 90, tiene la preocupación de mostrar que en Jesús se realizan las profecías. Muchas veces se dice: “Esto sucedió para que se realizara lo que dice la escritura....” (cf. Mt 1,22; 2,17.23; 4,14; 5,17; etc.). Es porque los destinatarios del Evangelio de Mateo son las comunidades de judíos convertidos que vivían una crisis profunda de fe y de identidad. Después de la destrucción de Jerusalén en el año 70, los fariseos eran el único grupo superviviente del judaísmo. En los años 80, cuando empezaron a reorganizarse, creció la oposición entre judíos fariseos y judíos cristianos. Estos últimos terminaron siendo excomulgados de la sinagoga y separados del pueblo de las promesas. La excomulga volvió a agudizar el problema de la identidad. No podían frecuentar más sus sinagogas. Y llegó la duda: ¿Será que nos equivocamos? ¿Quién es el verdadero pueblo de Dios? Jesús, ¿es realmente el Mesías? 

• Es para este grupo sufrido que Mateo escribe su evangelio como Evangelio de la consolación para ayudarlos a superar el trauma de la ruptura, como Evangelio de la revelación para mostrar que Jesús es el verdadero Mesías, el nuevo Moisés, en quien se realizan las promesas; como Evangelio de la nueva práctica para enseñar el camino de cómo alcanzar la nueva justicia, mayor que la justicia de los fariseos (Mt 5,20).

• En el evangelio de hoy aparece esta preocupación de Mateo. El consuela las comunidades perseguidas mostrando que Jesús también fue perseguido. El revela que Jesús es el Mesías, pues por dos veces insiste en decir que las profecías se realizarán en él; y sugiere además que Jesús es el nuevo Moisés, pues al igual que Moisés fue perseguido y tuvo que huir. El indica un nuevo camino, sugiriendo que deben hacer como los magos que supieron evitar la vigilancia de Herodes e volvieron por otro camino a su morada.

La edición y el subrayado son nuestros
Tomado del Sitio Oficial de los Carmelitas

En este día, descubramos que Jesús es el Mesías, el enviado por Dios para salvarnos del pecado y de la muerte.

Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.
Gracias.

24 de diciembre de 2012

´Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad´

Del Santo Evangelio Según San Juan 1, 1-18
Natividad del Señor

En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. 
Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. 
En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. 
Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y clama: «Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.» Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.

Comentario:

El magnífico pasaje que acabamos de escuchar es a partir de la apertura del Evangelio de Juan. No se hace mención de Belén, de María, de pastores, o estable y el pesebre, así que ¿por qué leemos este Evangelio para el día de Navidad?
 
La historia de Belén, por supuesto, se le dijo en la misa de anoche a la medianoche. Pero hoy estamos, por así decirlo, va detrás de las escenas, y mirando el significado más profundo de la historia. Después de todo, ¿quién es ese niño pequeño, tan pequeño, tan indefenso? ¿Y por qué hacer tanto alboroto acerca de su nacimiento?

Él es la Palabra de Dios. Desde el principio estaba con Dios y era Dios. Piensa en aquellas extraordinarias palabras, mientras contemplas el establo o la cuna.

A través de la Palabra, Dios se expresa a sí mismo, al igual que de un modo análogo nos revelan a través de la forma en que hablamos y lo que decimos. (¡Y a veces nos revelará tanto por lo que no se dice!) Pero la Palabra de Dios no se comunica sóla; La Palabra de Dios es activa - es un verbo más que un sustantivo. Se hace, produce, crea.
 
Una vez más, de un modo similar podemos hablar de la "palabra" de Miguel Ángel en el techo de la Capilla Sixtina, la "palabra" de Shakespeare en Hamlet, Otelo, El rey Lear, o la "palabra" de Beethoven en la Quinta Sinfonía - todos ellos hacen mucho más que expresar ideas, tienen un fuerte impacto en el cambio de nosotros.

Así que a través de esta Palabra "todas las cosas llegaron a ser", a esta Palabra que nosotros y todo nuestro mundo debemos nuestra existencia misma.
 
Luz en la oscuridad
En este momento nuestra ciudad y las casas se llenan de luz, que nos guía a través de los valles oscuros de nuestras vidas. No es casualidad que la Navidad se celebre en pleno invierno, justo después del solsticio de invierno, cuando miramos con esperanza a los días más largos de la luz y la vida nueva lista para empezar. Jesús dirá más tarde que él es "la luz del mundo". El evangelio de hoy dice que la luz brilla en las tinieblas y que las tinieblas no prevalecerán contra ella. Es en esta esperanza que anhelamos ver la oscuridad de nuestro mundo desaparecer.
 
¡Ay! "Él estaba en el mundo que tiene su ser a través de él, y el mundo no le conoció." "Vino a su propia casa y los suyos no le recibieron". Para el "Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros." No dice la Palabra se hizo hombre, sino "carne". En el lenguaje de Juan, "carne" se refiere a todo lo que es débil y pecador en nuestra naturaleza humana.

La Palabra vino y se inserta del todo en ese mundo. 'Mundo' tiene dos significados en los escritos de Juan. Esto significa, en primer lugar, el mundo en general, nuestro planeta y todo lo que hay en él. Pero también se refiere a esa parte de nuestro mundo humano que está atrapado en todo lo que es malo, negativo, degradante y deshumanizante. La palabra entró ambos mundos. No vivía en la periferia sino en el centro mismo de la actividad humana. Esto dificultades causadas por algunas personas religiosas que se encuentran inquietante que Jesús "mezclado con pecadores y [lo que es peor] comió con ellos". Todo esto que se dice en la historia de Belén, sino en concreto más, la imagen llena de lenguaje.

En contacto con Dios
Es importante tener en cuenta que esta escena no es sólo para la contemplación piadosa, ya que contiene un mensaje. Dios se ha hecho hombre como nosotros, sino que ha venido a vivir y trabajar entre nosotros. Él ha entrado en nuestro mundo para bendecir y para liberar a todos los esclavos de la opresión, el hambre y la falta de vivienda, esclavizados por los hábitos adictivos y sustancias, esclavizados por el miedo, la ira, el resentimiento, el odio, la soledad ...
 
Oremos para que podamos acercarnos a este niño a ser liberados de nuestra esclavitud en particular. (¡Todos somos esclavos de algo!)
 
Pero, más que eso, como hermanos y hermanas de Jesús, estamos llamados a trabajar juntos con él, para ayudar a otros a romper las cadenas de sus esclavitudes, por lo que, en palabras de hoy Isaías (primera lectura), "todos los extremos de la tierra verán la salvación de nuestro Dios ".

La edición y el subrayado son nuestros
Tomado de Living Space, commentaries on the dayli readings  

En este día, contemplemos a Jesús como Hijo de Dios,  y como la luz que vence nuestra oscuridad que viene del pecado, de nuestras desobediencias a Dios.

Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.

Gracias

23 de diciembre de 2012

¨¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!¨

Del santo Evangelio según San Lucas1, 39-45
Domingo 4 del Tiempo de Adviento

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. 

En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá". (Aciprensa.com)

Comentario:

En los dos primeros capítulos de Lucas, todo gira en torno al nacimiento de dos criaturas: Juan y Jesús. Los dos capítulos nos hacen sentir el perfume del Evangelio de Lucas. En ellos el ambiente es de alabanza y de ternura. Del principio hasta el fin, se alaba y se canta la misericordia de Dios que, finalmente, irrumpe para cumplir sus promesas. Y las cumple a favor de los pobres, los anawin, de aquellos, que saben esperar su venida: Isabel, Zacarías, María, José, Simeón, Ana los pastores y los tres magos.

Lucas escribe imitando los escritos del Viejo Testamento. Estos dos capítulos son el umbral entre el Viejo y el Nuevo Testamento. Lucas quiere mostrar a Teófilo que las profecías se está realizando. Jesús cumple el Viejo y da comienzo al Nuevo. Los cristianos convertidos del paganismo, descubrían que Jesús había venido a cumplir las profecías del Viejo Testamento y a responder a las más profundas aspiraciones del corazón humano.

Lucas 1,39-40: María va a visitar a Isabel
Lucas pone el acento en la prontitud de María para responder a las exigencias de la Palabra de Dios. El ángel le anuncia que Isabel está encinta e inmediatamente María se pone en camino para verificar lo que el ángel le ha anunciado. Sale de casa para ir a ayudar a una persona que tiene necesidad de ayuda. De Nazaret hasta las montañas de Judea son casi más de cien kilómetros No existían ni autobuses ni trenes. María escucha la Palabra y la pone en práctica de la forma más eficiente.

Lucas 1,41-44: El saludo de Isabel
Isabel representa al Viejo Testamento que termina. María el Nuevo que empieza. El Viejo Testamento acoge al nuevo con gratitud y confianza, reconociendo en él el don gratuito de Dios que viene a realizar y a completar todas las esperanzas de las gentes.

En el encuentro entre las dos mujeres se manifiesta el don del Espíritu que hace saltar de gozo al niño en el seno de Isabel.

La Buena Noticia de Dios revela su presencia en una de las cosas más comunes de la vida humana, como es, dos mujeres de casa que se hacen una visita para ayudarse. Visita, alegría, gravidez, hijos, ayuda mutua, casa, familia: y es en esto en lo que Lucas quiere que las comunidades (y todos nosotros) sintamos y descubramos la presencia del Reino.

Hasta hoy, las palabras de Isabel, forman parte del salmo más conocido y más recitado en todo el mundo, a saber, el Ave Maria.

Lucas 1,45: El elogio de Isabel a María
“Dichosa la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor”. Es el mensaje de Lucas a las Comunidades: creer en la palabra de Dios, que tiene la fuerza de realizar lo que nos dice. Es la Palabra que crea. Genera vida nueva en el seno de una virgen, en el seno del pueblo pobre y abandonado que la acoge con fe. Este elogio que Isabel hace a María se completa con el elogio que Jesús hace de su madre: “Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica” (Lc 11,28)


La edición y el subrayado son nuestros

En este día, descubramos la gran misericordia del Señor que quizo salvarnos escogiendo una mujer como nosotros y que por su fidelidad ahora participa de la Única Gloria de Dios.
 
Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.

Gracias

22 de diciembre de 2012

"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava¨

Del santo Evangelio según San Lucas 1,46-56


En aquel tiempo, María dijo: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre." María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.(Aciprensa.com)

Comentario:

• El cántico de María era uno de los cánticos de las comunidades de los primeros cristianos. Revela el nivel de conciencia y la firmeza de fe que las animaba por dentro. Cantado por las Comunidades, este cántico de María enseña a rezar y a cantar.

Lucas 1,46-50: María empieza proclamando el cambio que acontece en su propia vida bajo la mirada amorosa de Dios, lleno de misericordia. Por esto, canta feliz: "Exulto de gozo en Dios, mi Salvador".

Lucas 1,51-53: Luego canta la fidelidad de Dios hacia su pueblo y proclama el cambio que el brazo del Señor estaba realizando a favor de los pobres y hambrientos. La expresión "brazo de Dios" recuerda la liberación del Éxodo. Es esta fuerza salvadora y libertadora de Javhé la que hace acontecer los cambios: dispersa a los orgullosos (Lc 1,51), destrona a los poderosos y eleva a los humildes (Lc 1,52), despide a los ricos sin nada y llena de bienes a los hambrientos (Lc 1,53).

Lucas 1,54-55: Al final, María recuerda que todo esto es expresión de la misericordia de Dios con su pueblo y expresión de su fidelidad a las promesas hechas a Abrahán. La Buena Nueva vista no como una recompensa por la observancia de la Ley, sino como expresión de la bondad y de la fidelidad de Dios a sus promesas. Es lo que Pablo enseñaba a los Gálatas y a los Romanos.


La edición y el subrayado son nuestros

En este día, descubramos la gran misericordia del Señor que quizo salvarnos escojiendo una mujer como nosotros y que por su fidelidad ahora participa de la única Gloria de Dios.
 
Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.

Gracias








21 de diciembre de 2012

"¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!¨

Del santo Evangelio según San Lucas 1,39-45
Unos días después, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá".(Aciprensa.com)

Comentario:

• Lucas acentúa la prontitud de María en servir, en ser sierva. El ángel habla del embarazo de Isabel e, inmediatamente María se dirige de prisa a su casa para ayudarla. De Nazaret hasta la casa de Isabel hay una distancia de más de 100 Km., cuatro días de viaje, ¡como mínimo! No había ni bus, ni tren. María empieza a servir y a cumplir su misión a favor del pueblo de Dios.

Isabel representa el Antiguo Testamento que estaba terminando. María representa el Nuevo que está empezando. El Antiguo Testamento acoge al Nuevo con gratitud y confianza, reconociendo en ello el don gratuito de Dios que viene a realizar y a completar la expectativa de la gente. En el encuentro de las dos mujeres se manifiesta el don del Espíritu. La criatura salta de alegría en el seno de Isabel. Esta es la lectura de fe que Isabel hace de las cosas de la vida. 

• La Buena Nueva de Dios revela su presencia en las cosas más comunes de la vida humana: dos mujeres se visitan para ayudarse mutuamente. Visita, alegría, embarazo, niños, ayuda mutua, casa, familia: en esto Lucas quiere que las comunidades y todos nosotros percibamos y descubramos la presencia de Dios.

• Isabel dice a María: “¡Bendita eres tú entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!” Hasta hoy, estas palabras forman parte del salmo más conocido y más rezado en el mundo entero, que es el Ave María.

"¡Dichosa por haber creído que de cualquier manera se cumplirán las promesas del Señor!”. Es el elogio de Isabel a María y lo que recuerda Lucas a las comunidades: creer en la Palabra de Dios, pues la Palabra de Dios tiene la fuerza para realizar todo aquello que nos dice. Es Palabra creadora. Engendra vida en el seno de la virgen, en el seno de la gente pobre que la acoge con fe. 

• María e Isabel se conocían ya. Y sin embargo, en este encuentro, descubren, la una en la otra, un misterio que aún no conocían y que las llenó de mucha alegría. Hoy también encontramos a personas que nos sorprenden con la sabiduría que poseen y con el testimonio de fe que nos dan. ¿Te ha sucedido algo parecido? ¿Has encontrado a personas que te han sorprendido? ¿Qué me impide descubrir y vivir la alegría de la presencia de Dios en nuestra vida? 

• La actitud de María ante la Palabra expresa el ideal que Lucas quiere comunicar a las Comunidades: no encerrarse en ellas mismas, sino salir de casa, estar atentas a las necesidades concretas de las personas, y tratar de ayudar a los demás en la medida de sus necesidades.
 
La edición y el subrayado son nuestros

En este día, descubramos que el servicio nos hace encontrar a Dios en las cosas más sencillas de la vida.
 
Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.

Gracias










20 de diciembre de 2012

"Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra"

Del santo Evangelio según San Lucas 1,26-38
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin."

Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel.(Aciprensa.com)


Comentario:

• La visita del ángel a María evoca las visitas de Dios a varias mujeres del Antiguo Testamento: Sara, madre de Isaac (Gn 18,9-15), Ana, madre de Samuel (1 Sam 1,9-18), la madre de Sansón (Jueces 13,2-5). A todas ellas fue anunciado el nacimiento de un hijo con una misión importante en la realización del plan de Dios.

• La narración empieza con una expresión “En el sexto mes”. Es el sexto mes de embarazo para Isabel. La necesidad concreta de Isabel, una mujer ya avanzada en edad que va a tener a su primer hijo, con un parto a riesgo, es el telón de fondo de todo este episodio. Y ella lo menciona al comienzo (Lc 1,26) y al final de la visita del ángel (Lc 1,36.39).

• El ángel le dice: “¡Alégrate!, ¡Llena de gracia! ¡El Señor está contigo!” Palabras símiles fueron dichas a Moisés (Ex 3,12), a Jeremías (Jr 1,8), a Jedeón (Jz 6,12) y a otras personas con una misión importante en el plan de Dios. María se queda extrañada ante este saludo, y tratar de saber el significado de aquellas palabras. Es realista. Quiere entender. No acepta cualquier inspiración.

El ángel responde: “¡No temas, María!” Como en la visita del ángel a Zacarías, el ángel recuerda aquí que el primer saludo de Dios es siempre: ”¡No temas!” Luego el ángel recuerda las promesas del pasado que se cumplirán mediante el hijo que va a nacer y que debe recibir el nombre de Jesús. Será llamado Hijo del Altísimo y en él se realizará el Reino de Dios. Esta es la explicación del ángel para que María no tenga miedo.

• María tiene conciencia de la misión que está recibiendo, pero sigue siendo realista. No se deja embalar por la grandeza de la oferta y mira su condición. Analiza la oferta a partir de los criterios que tiene a su disposición. Humanamente hablando, no es posible: “¡Cómo podré ser madre si no tengo relación con ningún hombre?”

• El ángel explica que el Espíritu Santo, presente en la Palabra de Dios desde el día de la Creación (Génesis 1,2), consigue realizar cosas que parecen imposibles. Por esto, el Santo que va a nacer de María será llamado Hijo de Dios. El milagro se repite hoy. Cuando la Palabra de Dios es acogida por los pobres, algo nuevo acontece por el poder del Espíritu Santo. Algo tan nuevo y sorprendente como que un hijo va a nacer de una virgen o un hijo va a nacer de una mujer ya entrada en edad como Isabel, de la que todos decían que ¡no podía tener hijos! Y el ángel añade: “¡Ahí tienes a tu parienta, Isabel: se encuentra ya en el sexto mes del embarazo!”

• La respuesta del ángel aclara todo para María, y ella se entrega: “¡He aquí la sierva del Señor! Hágase en mí según su Palabra”. María usa para si el título de Sierva, sirvienta del Señor. Este título viene de Isaías, que presenta la misión del pueblo no como un privilegio, sino como un servicio a los otros pueblos (Is 42,1-9; 49,3-6). Más tarde, Jesús definirá también su misión como un servicio: “No vine para ser servido, sino para servir” (Mt 20,28). ¡Aprendió de su Madre!

La edición y el subrayado son nuestros
Tomado del Sitio Oficial de los Carmelitas


En este día, descubramos como es el amor de Dios que siendo Todopoderoso pide su consentimiento a una criatura para iniciar su plan de Salvación. 

Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.

Gracias

19 de diciembre de 2012

"No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan¨

Del santo Evangelio según Lucas 1,5-25
En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón llamada Isabel. Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.

Una vez que oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según el ritual de los sacerdotes, le tocó a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso. Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor. Pero el ángel le dijo: "No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; se llenará de Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos israelitas al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, para convertir los corazones de los padres hacia los hijos, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, preparando para el Señor un pueblo bien dispuesto."

Zacarías replicó al ángel: "¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada." El ángel le contestó: "Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado a hablarte para darte esta buena noticia. Pero mira: te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento." 

El pueblo estaba aguardando a Zacarías, sorprendido de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo. Al cumplirse los días de su servicio en el templo volvió a casa. Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir cinco meses, diciendo: "Así me ha tratado el Señor cuando se ha dignado quitar mi afrenta ante los hombres". (Aciprensa.com)

Comentario:

Hay muchas semejanzas en los relatos de la infancia de Lucas, entre el nacimiento de Juan el Bautista y el de Jesús. También hay diferencias significativas. La primera lectura de la Misa, el nacimiento de Sansón, también, nos proporciona un prototipo para la historia del Evangelio de hoy .

Hoy leemos acerca de la anunciación a Zacarías, acerca del nacimiento de un hijo de su anciana esposa, quien ya ha pasado la edad de concebir. Es evidente que se trataba de un nacimiento que, en circunstancias normales, no debería haber ocurrido. En una sociedad donde tener hijos, y en especial varones, era el deber principal de una esposa por ello, ser incapaz de tener hijos era una vergüenza terrible. Era el fracaso final. Cuando uno elegía esposa lo hacía con ese propósito y sólo con ese propósito, el Amor y el afecto tenían muy poco que ver con eso.

Es por eso que las viudas en la Escritura están consideradas como las personas más lamentables. Estas mujeres podrían haber sido muy jóvenes cuando perdieron a sus maridos en la guerra, por un accidente o una enfermedad, pero , como "material de segunda mano", ellas no eran elegibles para un nuevo matrimonio y por tanto no podían ser madres. Ser madre de un hijo es a lo que las mujeres estaban destinadas a ser. Una mujer que no podía ser madre tenía menos valor que una persona.

En las Escrituras - tanto en el Antiguo y Nuevo Testamento los nacimientos de personas significativas ocurren en circunstancias que apuntan fuertemente a algún tipo de intervención divina. Hay en la Biblia una serie de incidentes en que las mujeres de edad avanzada que nunca habían tenido hijos son, a través de la intervención de Dios, bendecidas con descendencia, por lo general un hijo. Así que aquí, también, la esterilidad de Isabel se ve menos como una maldición que como una preparación para algo especial.

Como vemos, la primera lectura de hoy relata uno de ellos - el nacimiento de Sansón. Lo peculiar de todas estas historias es que el niño por nacer tiene un papel muy especial dado por Dios. Así pues, en la lectura de hoy, también, hay un signo de la intervención de Dios en el nacimiento de Juan el Bautista. Él no es un niño común y corriente. Él ha sido elegido con un propósito muy especial, para ser el precursor de Jesús, el último de los grandes profetas de la Alianza hebrea.

Este inicio del evangelio de Lucas es una suerte de díptico con historias paralelas que anuncia el nacimiento de Juan el Bautista y Jesús. No se trata aquí de la historia literal, aunque Lucas pone la historia en un contexto verdaderamente histórico ", en los días de Herodes, rey de Judea". Lucas escribe a imitación del Antiguo Testamento, mezclando hechos históricos y leyendas. Así que no preguntemos: ¿Todo esto suceda exactamente como se describe? Más bien, nos preguntamos, ¿qué significa? Y sobre todo es parte de la respuesta a otra pregunta: ¿Quién es Jesucristo?

En la historia de hoy tenemos la clásica situación de la mujer de edad avanzada que no tiene hijos. Entonces, un día, el marido, Zacarías, miembro de la casta sacerdotal habla con un ángel mientras servía en el Templo. El nacimiento de un hijo se le anuncia y su destino. Él no tocará bebidas fuertes (como Sansón) y será lleno del Espíritu de Dios, incluso antes de su nacimiento. Él será la fuente de muchos para que encuentren su camino de regreso a Dios. Zacarías responde con cierto escepticismo y es castigado con la mudez por su incredulidad. Sin embargo, después de esta experiencia, Isabel concibe un hijo.

El escenario está listo para lo siguiente, y más importante, la Anunciación de María.

Hoy en día, vamos a reflexionar seriamente sobre nuestro propio llamado por Dios. Al igual que Juan, cada uno de nosotros ha sido llamado a ser un precursor de Jesús, para preparar el camino para que Jesús entre en las vidas de otros, especialmente aquellos que aún no han tenido la experiencia de conocerlo.


La edición y el subrayado son nuestros
Tomado de Living Space, commentaries on the dayli readings  

En este día, descubramos como es el amor del Señor que está atento siempre a nuestros sufrimientos y lo único que espera es que no dudemos de él. 

Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.

Gracias














16 de diciembre de 2012

"Maestro, ¿qué hacemos nosotros?"

Del santo Evangelio según San Lucas 3, 10-18
Domingo 3 del Tiempo de Adviento

En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: "¿Entonces, qué hacemos?"
Él contestó: "El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo."
Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron: "Maestro, ¿qué hacemos nosotros?"
Él les contestó: "No exijáis más de lo establecido."
Unos militares le preguntaron: "¿Qué hacemos nosotros?"
Él les contestó: "No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino contentaos con la paga."
El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: "Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizara con Espíritu Santo y fuego; tiene en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga."
Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba el Evangelio.
(Aciprensa.com)


Comentario: 
El tiempo de Adviento es básicamente un período penitencial. Y por lo tanto el color de las vestiduras, como en la Cuaresma, es de color púrpura o violeta. Es un momento en el que se nos invita a través del ayuno o alguna otra forma de negación de sí mismo a una experiencia genuina de arrepentimiento y renovación a fin de prepararnos para celebrar la Navidad.  Sin embargo, en el Adviento como en Cuaresma, la Iglesia no puede dejar de "saltar el paso", por así decirlo, mediante la anticipación, aunque sea breve, con el estado de ánimo próximo que viene a la celebración.

Así que este domingo se le llama a menudo "Domingo Gaudete", como la primera palabra de la antífona de entrada en el latín original: Gaudete, ("¡Alégrate!"). Y de hecho el texto de hoy de la Misa está impregnada de expresiones de alegría y júbilo. Incluso el color de las vestiduras puede cambiar desde morado penitencial a un color rosado.

"Regocijaos en el Señor siempre", dice la antífona de entrada. (Si cantamos nuestro himno de apertura, que debe reflejar el mismo estado de ánimo.) 

"Grito de alegría ... Alégrate, regocíjate de todo corazón" es la invitación de la primera lectura, tomada del profeta Sofonías. "[El Señor] se alegrará con gozo por ti, te renueva por su amor, él bailará con gritos de alegría para ti como en un día de fiesta ..."

 "Canta y gritar de alegría porque grande es en medio de ti el Santo de Israel" es la respuesta al salmo y, en la segunda lectura, Pablo invita a los cristianos de Filipos: "Quiero que seas feliz, siempre feliz en la Señor, repito, lo que quiero es su felicidad ... "

El Evangelio es más discreto pero también nos dice que "un sentimiento de esperanza había crecido en el pueblo ..."

Un estado de ánimo básico 

Alegría, debería ser, de hecho, el estado de ánimo básico del cristiano. No debería ser algo artificial o forzado, sino algo que brota naturalmente de nuestro compartir la vida de Cristo. La alegría debe ser la experiencia normal del cristiano, pero hay unos cuantos que por desgracia no tenemos esa experiencia o la condena.

A veces se tiene la impresión,  en la experiencia de muchos cristianos, que de alguna manera han llegado a creer que la religión es un asunto serio, y creen que no estás viviendo una buena vida cristiana si no está llena de sacrificios, y que el cristianismo significa renunciar a muchos placeres que sólo están disponibles para los no cristianos. Ellos parecen pensar que ser cristiano significa vivir una vida a medias como precio de una vida mejor futura. Karl Marx veía la religión como el "opio del pueblo", es decir, las clases más pobres. La religión, a su juicio, trabajó como una especie de anestesia o los opiáceos, ideado por los ricos y privilegiados, que ayudó a los pobres aceptar las miserias e injusticias de la vida presente en el entendimiento de que había algo mucho mejor en el otro lado de la tumba .

Todo esto es una gran pena porque todo el propósito de la venida de Jesús era traer la libertad, la alegría y la paz a la gente, no sólo en el futuro sino aquí y ahora. Nadie está destinado a ser más libre que el cristiano que sigue a Cristo aun en el dolor, pero con alegría y entusiasmo. Yo no soy católico porque tengo que serlo, yo soy católico porque no podía imaginarme ser otra cosa. Compartimos las palabras de Pedro a Jesús: "¿A dónde vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna". 

Antes había un dicho: "Un santo triste es un triste santo." Un triste cristiano es una contradicción en los términos. Esto no quiere decir que no hay en toda vida cristiana - como en la vida de cualquier persona normal - los tiempos de dolor, de enfermedad, de fracaso, de una gran pérdida. Duelo y dejar ir es una parte importante de la vida, pero estas experiencias sólo traerán reveses temporales.

Cada experiencia al vivirla, si es tocada por Dios tiene su significado. Una vez que el significado se ha encontrado y aceptado, la alegría y la paz interior pueden volver. Y la alegría que estamos hablando no es algo externo. Tiene poco que ver con los excesos que vemos en una fiesta de socialización o después de que nuestro equipo gana un partido. Gran parte de ellas pueden ser una especie de escape temporal a lo que viven como algo aburrido, opresivo y carente de libertad.

La alegría cristiana o la felicidad está en el fondo del corazón y no es incompatible con el dolor físico - emocional o difíciles circunstancias externas. Es, como dice Jesús, algo que nadie puede quitarnos. Tenemos todo lo que necesitamos aquí y ahora para ser feliz. El problema es que identificamos nuestra felicidad con las personas o las cosas que no tenemos y muchas veces no podemos tener.

¿Qué vamos a hacer?
El evangelio de hoy nos habla de la esperada venida de Jesús.
Esta venida está siendo proclamada por Juan el Bautista que predica por las aguas del río Jordán. Después de haber sido escuchado Juan por sus oyentes les surge una pregunta muy sensata: "¿Qué debemos hacer, entonces?" Es una pregunta que bien podríamos preguntarnos como nos preparamos para la venida de Jesús en esta Navidad. El arrepentimiento requiere un cambio en el comportamiento y no sólo basta el lamento por el pasado.


Lucas describe tres tipos de personas que están escuchando a Juan el Bautista: la multitud en general, los recaudadores de impuestos, y los soldados. Juan responde a cada uno de ellos de acuerdo a su forma de vida.

Para la gente común, les dice a compartir lo que tienen - sus ropas y alimentos - con aquellos que están en necesidad. Si están realmente arrepentidos de sus pecados, es decir, si realmente quieren cambiar sus vidas, van a ser hermanos y hermanas de otros - incluso de los completos extraños. Podríamos considerar lo que podríamos compartir con los demás en esta Navidad.

Los recaudadores de impuestos tenían una reputación bastante mala en tiempos de Jesús. Los romanos usaban el arrendamiento para la recaudación de impuestos con los particulares. Estos pagaban una suma global al gobierno, quienes dejaban sus propios recursos a fin de ver regresar ese dinero - y obtener un beneficio, además. No hace falta decir que tal sistema llevó a una buena parte de la extorsión. ¡No hubo organismos contra la corrupción en aquellos días! Juan les dice que ser justos en lo que recogen.

Los soldados, también, no eran muy populares. El consejo que da Juan suena tan relevante hoy como entonces: "¡No intimiden! ¡No extorsionen! ¡Conténtense con su sueldo oficial!" 

¿Era Juan el Mesías? 
Después de escuchar este tipo de enseñanza sabia y sensata, la gente empezaba a preguntarse si Juan no era realmente el Mesías mismo. Como se mencionó anteriormente, hubo una gran expectativa por la aparición del Mesías que pare ellos era inminente.

Juan, sin embargo, inmediatamente les desengaña. Él no es el Mesías, el Rey Salvador que está por venir. El Mesías real será mucho mayor. Juan no será ni siquiera digno de desatar los cordones de sus sandalias - el trabajo de un esclavo por su amo.

Juan sólo bautiza con agua, pero el Mesías bautizaría con el Espíritu Santo y fuego. El fuego purifica lo que es bueno y destruye lo que es malo. Es un signo del poder de Dios y la presencia amorosa de Dios (recordemos la columna de fuego que acompañó a los Judios por la noche en el desierto? O el fuego del Espíritu que descendía sobre los discípulos después de la resurrección?).

 Y nuestro papel no es diferente a la de Juan el Bautista. Porque también es nuestra tarea como cristianos - ya sea laicos, religiosos o sacerdotes - el acercar a las personas a la conversión auténtica, una conversión que trae cara a cara con Jesús y Dios, y también una conversión que lleva a la verdadera alegría y felicidad en sus vidas.

Nuestro papel como «precursores» 
Los padres, especialmente los padres cristianos tienen esta función. Poco a poco formar a sus hijos para que tengan el espíritu cristiano y esta actitud de vida. Una familia cristiana será un hogar de verdadera alegría. Un lugar en el que cada miembro regresa a ella , con gozosa expectación y esperanza, es decir, una casa real.

Los maestros, también, son como Juan el Bautista. Un profesor cristiano es siempre consciente de su ser cristiano en presencia de los estudiantes, independientemente de la materia que enseñe. Después de que el estudiante se ha graduado, no puede recordar ni una palabra de esas lecciones, puede que nunca en su carrera posterior ha utilizado el conocimiento que se le dio, pero se acordará de la personalidad de su maestro. Algunos profesores son recordados con cariño para siempre, mientras que otros es mejor olvidar.

Independientemente de lo que seamos - padres, maestros, funcionarios públicos, empresarios, etc- tenemos que recordar que somos instrumentos de Dios. No vamos a hacer que la gente haga lo que decimos, obligar a comportarse de una determinada manera, y mucho menos a ser como nosotros. Nuestro objetivo es, como Juan el Bautista, llevar a la gente a los pies de Jesús, para que puedan conocerlo personalmente como Salvador, Señor, Hermano y Amigo. Nuestro papel es, como Juan el Bautista, hacernos a un lado una vez que el encuentro ha terminado y dejar que Jesús haga su obra.

Al mismo tiempo, Jesús necesita nuestra cooperación. Jesús trabaja a través de cada padre y cada maestro y todos los que tienen la vocación de formar personas. Pedro y Andrés comenzaron como discípulos de Juan el Bautista hasta que conocieron a Jesús. Luego se alejaron de Juan y caminaron con Jesús. A su vez, ellos trajeron a otras personas a que conozcan y experimenten a Jesús. Ese es el modelo y el significado de la evangelización, de llevar el Evangelio a los demás.

La edición y el subrayado son nuestros
Tomado de Living Space, commentaries on the dayli readings  

En este día, desxubramos que la verdadera alegría nace del compartir la vida de Cristo, y que para el sincero arrepentimiento no basta el lamento por el pasado sino un cambio radical de comportamiento. Recordemos, que también somos ¨precursores¨ pues somos instrumentos de Dios que llevan a la gente a los pies de Jesús, para que puedan conocerlo personalmente como Salvador y Señor.

Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.

Gracias.