
Persecuciones y sufrimientos marcan la vida de los discípulos. Los discípulos tienen que saber que, por el hecho de ser discípulos de Jesús, van a ser perseguidos (Mt 10,17-23). Pues un discípulo tiene que imitar la vida del maestro en lo que sabe, piensa, actúa y en lo que sufre: «No está el discípulo por encima del maestro, ni el siervo por encima de su amo. Le basta al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su amo.”. Si a Jesús le tildaron de Belcebú, cuánto más van a insultar a sus discípulos.
No tener miedo a decir la verdad. Jesús nos dice: ¨porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse, ni secreto que no venga a conocerse¨. Para san Juan Crisóstomo, el Señor nos diría : ¨ os basta para consuelo el que yo, Maestro y Señor, sea compañero en las injurias. Y si todavía al oír lo que dije, os doléis de esas cosas, considerad que muy poco después quedaréis libres de toda sospecha¨. Pues la compañía de Jesús nos asegura que la verdad siempre se impondrá por si misma puesto que Ël es la verdad.
No tener miedo a los que pueden matar el cuerpo. San Juan nos insiste: ¨No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pues al alma no pueden matarla. Observa cómo los hace superiores a todas las cosas, enseñándolos a despreciar no solamente los cuidados, las injurias, los peligros, las asechanzas, sino aun la muerte que es lo más terrible de todo. Y no una muerte cualquiera sino una muerte violenta¨. El Señor nos enseña a rechazar los males, a no intimidarnos por ellos, sino a dejarnos llevar mas bien por la confianza en Él.
Tener confianza en la Providencia Divina. Finalmente, San Juan nos invita a confiar diciendo: ¨Y no dijo que cayeran por obra de Dios, cosa no digna de Dios; sino que a Dios nada de cuanto se hace, se le oculta. Pero si nada ignora de cuanto sucede, y a vosotros os ama con una sinceridad mayor que la de un padre; y de tal modo os ama que aún tiene contados los cabellos de vuestra cabeza, nada hay que temer.¨ Dios ama al discípulo con un amor mayor que de cualquier padre.
En este día, meditemos en el Amor de Dios Padre e imitemos a su hijo en nuestras vidas, en el trabajo, en la familia, o en el descanso.
Que la misericordia y la confianza en Señor no les falte.
Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario