¡Queridos hermanos y hermanas!
(...)
Es una tradición siempre viva, en este día, realizar solemnes
procesiones con el Santísimo Sacramento, por las calles y plazas. En
Roma esta procesión se ha ya llevado a cabo a nivel diocesano el pasado
jueves, día preciso de esta conmemoración, que cada año renueva en los
cristianos el gozo y la gratitud por la presencia eucarística de Jesús
en medio de nosotros.
La fiesta del Corpus Domini
[Cuerpo del Señor] es un gran acto de culto publico de la Eucaristía,
Sacramento en el cual el Señor permanece presente también más allá del
tiempo de la celebración, para estar siempre con nosotros, a lo largo
del transcurrir de las horas y de los días. Ya san Justino, que nos ha
dejado uno de los testimonios más antiguos sobre la liturgia
eucarística, afirma que, después de la distribución de la comunión a los
presentes, el pan consagrado venía llevado por los diáconos también a
los ausentes (cfr Apología, 1, 65). Por ello en las iglesias el lugar
más sagrado es justamente aquel en el que se custodia la Eucaristía.
(...)
La
solemnidad del Cuerpo y Sangre del Señor nos vuelve a proponer también
el valor de la adoración eucarística. El Siervo de Dios Pablo VI
recordaba que la Iglesia católica profesa el culto de la Eucaristía
cito «no sólo durante la Misa, sino también fuera de su celebración,
conservando con la máxima diligencia las hostias consagradas,
presentándolas a la solemne veneración de los fieles cristianos,
llevándolas en procesión con gozo de la multitud cristiana» (Enc.
Mysterium fidei, 57). La oración de adoración se puede cumplir ya sea
personalmente, permaneciendo en recogimiento ante el tabernáculo, o de
forma comunitaria, también con salmos y cantos, pero siempre
privilegiando el silencio, para escuchar interiormente al Señor vivo y
presente en el Sacramento. La Virgen María es maestra también de esta
oración, por que nadie mejor que ella ha sabido contemplar a Jesús con
una mirada de fe y acoger en el corazón las intimas resonancias de su
presencia humana y divina. Que por su intercesión se difunda y crezca
en cada comunidad eclesial una autentica y profunda fe en el Misterio
eucarístico.
(Traducción del Italiano, Raúl Cabrera- RV)
Ángelus del 10 de junio de 2012
Véase en : http://www.radiovaticana.org/spa/articolo.asp?c=595396
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