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27 de enero de 2013

«Esta Escritura que acabáis de oír se ha cumplido hoy.»

Del Santo Evangelio según San Lucas 1, 1-4; 4, 14-21
Domingo 3 del Tiempo Ordinario  Evangelio:


Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se han verificado entre nosotros,  tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la Palabra,  he decidido yo también, después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo,  para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.

Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu y su fama se extendió por toda la región. Iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos.

Vino a Nazaret, donde se había criado, entró, según su costumbre, en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura.  Le entregaron el volumen del profeta Isaías, desenrolló el volumen y halló el pasaje donde estaba escrito:


El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos  y proclamar un año de gracia del Señor.
Enrolló el volumen, lo devolvió al ministro y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él.  Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura que acabáis de oír se ha cumplido hoy.»

Comentario:
El pasaje de hoy del Evangelio se divide en dos partes bien diferenciadas. Se inicia con el primer párrafo del relato de Lucas. Está dirigida a un amigo, Teófilo ["amados de Dios"]. Lucas indica que Teófilo ya ha sido instruido oralmente en el mensaje de Jesús, pero Lucas ahora lo presentan con una descripción precisa y ordenada de la vida y enseñanza de Jesús.
 
Lucas reconoce claramente que él mismo nunca vio a Jesús. Su evangelio fue escrito por lo menos 50 años después de la muerte y resurrección de Jesús. Sin embargo, él quiere asegurar a su amigo que lo que escribe es precisa y se basa en las experiencias de personas que conocían a Jesús personalmente.

Al mismo tiempo, es importante recordar que Lucas, al igual que los otros evangelistas que tienen diferentes versiones de los mismos hechos, no está escribiendo una biografía. Su primer propósito - como vemos en la segunda parte del pasaje de hoy - es que nos diga el significado de la vida de Jesús, su muerte y resurrección para nuestra vida personal y por qué debemos aceptar y seguir a Jesús como nuestro Rey y Señor.

Una preparación para su trabajo
La segunda parte del pasaje de hoy implica un salto en el texto. Nos hace saltar desde el primer párrafo del evangelio de Lucas a la primera aparición pública de Jesús en su pueblo natal de Nazaret. En medio están la historia de la Anunciación, Zacarías e Isabel, el nacimiento de Juan el Bautista y de Jesús, el bautismo de Jesús y las tentaciones en el desierto. Hemos, en otras palabras, saltado desde el capítulo 1 al capítulo 4 en nuestro texto.


Todo lo que se ha descrito antes es realmente una preparación para la escena actual. Por lo que estamos viendo aquí es la inauguración solemne de la vida pública de Jesús y su misión.
 
Inmediatamente antes había estado abajo en el río Jordán con su primo, Juan el Bautista, y, después de su bautismo, él tenía su extraña experiencia en el desierto [a ser discutido en el Primer Domingo de Cuaresma]. Así que el Evangelio dice que Jesús "con el poder del Espíritu en él" (derivado de su bautismo y de su triunfo sobre el Maligno) "volvió a Galilea". Galilea es la provincia norteña de Israel a la que Jesús pertenecía. Y volvió a Nazaret ", donde se había criado".

Un viaje con propósito
Lucas presenta a Jesús que muy deliberadamente comienza su trabajo aquí. Su vida pública será un viaje único, directo desde Nazaret a Jerusalén, el punto focal de la historia narrada por Lucas en su Evangelio y en los Hechos. A diferencia de las otras cuentas, no habrá un ir y venir entre Galilea y Jerusalén. Y es en Jerusalén, la ciudad de la paz, que Jesús va a sufrir y morir. Es aquí donde se levantará a la vida y llegar a ser nuestro Señor y Salvador. Y es a partir de aquí también que sus discípulos irán en busca de todos los rincones del mundo con las Buenas Nuevas.
 
Por eso es que en este primer día que entra en la sinagoga "como era su costumbre" en el día de reposo. (Jesús fue un Judio observante. Sus ataques no estaban en la Ley como tal, sino en su interpretación y abusos. Venía, según dijo, no para destruir o reemplazar, la Ley sino a cumplirla.)

No había sacerdotes en la sinagoga, que era simplemente una sala de oración. Los sacerdotes estaban en el templo, el único lugar donde se llevó a cabo el sacrificio. Cada Judío hombre tenía derecho a leer las Escrituras y hablar a la asamblea.


Declaración de la misión
Cuando Jesús se levantó a leer, un pasaje del profeta Isaías le fue dada. Era un pasaje de la venida del Mesías. ¿Qué pasa ahora, por supuesto, es que Jesús está anunciando que él mismo es ese Mesías. Él aplica las palabras del profeta para sí mismo. "El espíritu del Señor está sobre mí [en el bautismo], porque él me ha ungido."
 
"Él me ha ungido." Esa es una manera de decir "yo soy rey". Un rey fue proclamado por la unción. Recordamos el profeta Samuel ungir a David como rey. La palabra griega para Mesías es "Christos" y significa "el ungido". Saviour King, el Mesías, el Cristo - que aquí todos significan lo mismo. Jesucristo significa Jesús Rey. "Cristo" es un título explicativo, no es un nombre.
 
¿Y qué clase de rey es Jesús va a ser? No sigue inmediatamente una proclama, un programa o un manifiesto de lo que podemos esperar de él. Hoy podríamos llamarlo "declaración de misión". Las palabras deben ser tomadas en sentido literal y simbólicamente.

Buenas noticias para los más desfavorecidos
Están dirigidas directamente a los pobres materialmente, los encarcelados, los ciegos físicamente, los oprimidos y explotados del mundo. Mientras que Mateo habla de "los pobres de espíritu", Lucas se refiere a la bienaventuranza directamente a "vosotros los pobres, lloran, están hambrientos y oprimidos". El mensaje para ellos es de esperanza, de sanación y de liberación. Esto no se trata de venir por algún milagro, sino por la transformación de los que, alineándose con Jesús, puede poner fin a estas cosas.
 
Pero el mensaje es seguramente debe entenderse simbólicamente también, así como para incluir todos nosotros. Se trata del brasileño Paolo Freire en "Pedagogía del Oprimido" que hace hincapié en que, cuando hay ricos y pobres, poderosos y débiles, opresores y oprimidos, todos son igualmente en la necesidad de la liberación.
 
Por lo tanto, además de los materialmente pobres, hay quienes son emocionalmente subdesarrollados, los que están solos o rechazados, los que son aplastados por su necesidad de estar rodeado de un montón de material ... todos son pobres, muy pobres. E incluyen todos nosotros en algún momento.
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El cautiverio
Además, para aquellos en cautiverio, especialmente los que están injustamente en la cárcel,  y también a aquellos que, culpables de algún delito, tienen la necesidad de conversión y reconciliación, hay muchos, muchos, que están lejos de ser libres. Muy pocas personas en realidad son verdaderamente libres y muchos temen que en realidad la verdadera libertad y la responsabilidad que conlleva. La verdadera libertad es algo por la cual todos nosotros oramos."Dar vista a los ciegos." Hay una especie de instinto que hace que la gente en algunas culturas consultar los ciegos como fuentes de un conocimiento especial. Ceguera física es mucho menos incapacitante que la ceguera que proviene de los prejuicios, la ignorancia, la envidia y otros bloqueos emocionales.
 
La mayoría de las personas, dijo un escritor, "llevan una vida de silenciosa desesperación". Las sociedades que a menudo se jactan de su libertad a veces crean presiones insoportables sobre las personas. Disidentes chinos que huyeron a los Estados Unidos ahora anhelan un estilo de vida que no es tan materialista y competitivo. Tenemos que tomar conciencia, aquí en nuestra propia sociedad, en qué medida estamos viviendo bajo presiones que bien podría prescindir.

Una vida compartida 
¿Cómo las palabras de Jesús nos llegan hoy en día? La respuesta, creo, es en la segunda lectura de hoy. El problema con nuestra vida cristiana es que es tan individualista. Nosotros tratamos de manejar las cosas por nuestra cuenta. Y esto es cierto incluso en la forma en que tratamos de vivir nuestras vidas cristianas. Pero no es la imagen que Pablo describe aquí. Él ve la multiplicidad de los cristianos como miembros vivos del único Cuerpo. Cada miembro interactúa en un constante dar y recibir. Y cada miembro tiene el mismo respeto. De hecho, es "más débil" y "al menos honorables" partes que reciben mayor atención. Así es como las palabras de Jesús en el evangelio de hoy se conviertan en realidades vivientes. Porque es en el mutuo dar y recibir como un Cuerpo que hacemos posible entre sí para experimentar el enriquecimiento (superar nuestra pobreza), la visión (desterrar nuestra ceguera) y la libertad (eliminación de las opresiones y las adicciones) que Jesús quiere que tengamos .
 
Por último, no podemos dejar de notar el contraste entre la proclamación de la ley en la primera lectura y el de Jesús en el Evangelio. La Ley era esencial para la dignidad, los derechos humanos y la libertad, pero hay un ingrediente nuevo en lo que Jesús da - compasión. Eso es lo que hace la diferencia.



La edición y el subrayado son nuestros
 
Descubramos el significado de la vida de Jesús, su muerte y resurrección para nuestra vida personal y por qué debemos aceptar y seguir a Jesús como nuestro Rey y Señor. 
 
Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.

Gracias

22 de enero de 2013

Somos la primera y verdadera familia cristiana, Somos la Iglesia Católica
Mas información aqui http://www.catolicosregresen.org/

20 de enero de 2013

¨Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él¨

Del Santo Evangelio según San Juan 2, 1-11 
Domingo 2 del Tiempo Ordinario  

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: "No les queda vino."
Jesús le contestó: "Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora."
Su madre dijo a los sirvientes: "Haced lo que él diga."
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo: "Llenad las tinajas de agua."
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les mandó: "Sacad ahora y llevádselo al mayordomo."
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: "Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora."
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él.
(Aciprensa.com)

Comentario:

Juan 2,1-2: Fiesta de las bodas. Jesús está invitado 
En el Antiguo Testamento, la fiesta de las bodas era un símbolo del amor de Dios hacia su pueblo. Era lo que todos esperaban en el futuro (Os 2,21-22; Is 62,4-5). Y precisamente en una fiesta de bodas, junto a una familia y una comunidad, Jesús cumple su “primer signo” (Jn 2,11). La Madre de Jesús se encontraba en la fiesta. Jesús y sus discípulos estaban invitados. O sea, la Madre de Jesús hacía parte de la fiesta. Simboliza el Viejo Testamento. También Jesús está presente, pero con vestido de invitados. Él no forma parte del Viejo Testamento. Junto a sus discípulos Él es el Nuevo Testamento que está llegando. La Madre de Jesús ayudará al paso del Viejo al Nuevo Testamento.

Juan 2,3-5: Jesús y su Madre ante la falta de vino
En lo más alegre de la fiesta, se acaba el vino. La Madre de Jesús reconoce los límites del Viejo Testamento y toma la iniciativa para que se manifieste el Nuevo Testamento. Se acerca a Jesús y constata: “¡No tienen vino!” Aquí aparecen tanto la foto como los rayos-x. La Foto representa la Madre de Jesús como persona atenta a los problemas de los otros en tal grado que se da cuenta que la falta de vino arruinaría la fiesta. Y no sólo constata el problema, sino que toma iniciativas para resolverlo. Los Rayos-X revelan la dimensión más profunda de la relación entre el Viejo Testamento (la Madre de Jesús) y el Nuevo Testamento (Jesús). La frase “¡No tienen vino!”, viene del Viejo Testamento, y despierta en Jesús la acción que hará nacer el Nuevo. Jesús dice: “Mujer, ¿que nos va a mí y a ti?” O sea, ¿cuál es el nexo entre el Viejo y el Nuevo Testamento? “Todavía no ha llegado mi hora”. María no entiende la respuesta como una negativa, puesto que dice a los sirvientes: “¡Haced lo que Él os diga”. Obrando así, Jesús enseña cómo se pasa del Viejo al Nuevo Testamento. La hora de Jesús, en la que se hará el paso del Viejo al Nuevo Testamento, es su pasión, muerte y resurrección. El cambio del agua al vino es la indicación anticipada del Nuevo, que nacerá a partir de la muerte y de la resurrección de Jesús.A finales del siglo primero, se discutía entre los primeros cristianos sobre la validez del Antiguo Testamento. Algunos no querían saber ya nada del Viejo Testamento. En la reunión de los Apóstoles en Jerusalén, Santiago defendió la continuidad del uso del Viejo Testamento (Act 15,13-21). De hecho, a principios del segundo siglo, Marción rechazó el Viejo Testamento y se quedó solamente con los libros del Nuevo Testamento. Algunos sostenían incluso, que después de la venida del Espíritu Santo no se debía recordar más a Jesús de Nazaret, sino hablar sólo de Jesús Resucitado. En nombre del Espíritu Santo decían: “Anatema sea Jesús” (1Cor 12,3).

Juan 2,6: Las tinajas de la purificación están vacías 
Se trata de un pequeño detalle, muy significativo. Las tinajas solían estar siempre llenas, sobre todo durante una fiesta. ¡Aquí están vacías! ¿Por qué? La observancia de la ley de la pureza, simbolizada en las seis tinajas, ha agotado todas sus posibilidades. La antigua ley ha conseguido ya preparar a la gente a poder estar en unión de gracia y de justificación delante de Dios. ¡Las tinajas, la antigua alianza, están vacías! Ya no pueden generar una vida nueva.

Juan 2,7-8: Jesús y los sirvientes 
La recomendación de la Madre de Jesús a los sirvientes es la última gran orden del Antiguo Testamento: “¡Haced lo que Él os diga!” El Viejo Testamento mira hacia Jesús. De ahora en adelante las palabras y los gestos de Jesús marcarán la vida. Jesús llama a los sirvientes y les ordena verter agua en las seis tinajas.¡En total, más de seiscientos litros! Luego ordena sacar y llevar al maestresala. Esta iniciativa de Jesús acontece sin que los dueños de la fiesta intervengan. Ni Jesús, ni la Madre, ni los sirvientes eran los dueños obviamente. Ninguno de ellos fue a pedir permiso a los dueños. La renovación pasa por las personas que no pertenecen al centro del poder.

Juan 2,9-10: Descubrimiento del signo por parte del dueño de la casa 
El maestresala prueba el agua transformada en vino y dice al esposo: “Todos sirven al principio el vino bueno. Tú, sin embargo, has conservado hasta ahora el vino bueno!” ¡El maestresala, el Viejo Testamento, reconoce públicamente que el Nuevo es mejor! Donde antes estaba el agua para los ritos de la purificación de los judíos, ahora hay vino abundante para la fiesta. ¡Era mucho vino! ¡Más de seiscientos litros, y la fiesta estaba para terminar! ¿Cuál es el sentido de esta abundancia? ¿Qué se hace con el vino sobrante? ¡Lo estamos bebiendo hasta hoy!

Juan 2,11-12: Comentario del evangelista 
Este es el primer signo. En el Cuarto Evangelio, el primer signo sucede para ayudar en la reconstrucción de la familia, de la comunidad, para resanar las relaciones de base entre las personas. Seguirán otros signos. Juan no usa la palabra milagro, sino la palabra signo. La palabra signo indica que las acciones de Jesús en favor de las personas tienen un valor profundo, que sólo se descubre con los rayos-x de la fe. La pequeña comunidad que se ha formado en torno a Jesús aquella semana, viendo el signo, estaba ya en grado de percibir el significado más profundo y “creyó en Él”. 


La edición y el subrayado son nuestros
Tomado del Sitio Oficial de los Carmelitas


En este día, descubramos con mirada profunda que Jesús es el cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento.
 
Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.

Gracias
 









13 de enero de 2013

"Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto"

Del Santo Evangelio según San Lucas 3, 15-16. 21-22
Bautismo del Señor 

En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: "Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego."

En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espiritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto."
(Aciprensa.com)

Comentario:

1. Las palabras del Bautista sobre Jesús (Lc 3,15-16)
En el primer cuadro del pasaje evangélico de la liturgia de hoy Juan, con palabras de sabor profético, afirma que hay “uno más fuerte” que él y que está por venir. Se trata de la respuesta del profeta del Jordán a la opinión de la gente que creía que él fuese el Cristo. La muchedumbre que recibe el nombre de pueblo en espera, es considerado para Lucas Israel, un pueblo bien dispuesto o preparado para recibir la salvación mesiánica (al menos antes de la crucifixión). Las palabras de Juan nos llevan a las imágenes del Antiguo Testamento y tienen la función de exaltar al personaje misterioso del cual está anunciando su venida inminente: “pero viene uno más fuerte que yo” (3,16).

a) La figura del “más fuerte”

El Bautista comienza a diseñar el retrato de Cristo con el adjetivo “fuerte” que ya Isaías aplicaba al rey-mesías, “fuerte, potente como Dios” ( 9,5) y que en el Antiguo Testamento constituía uno de los atributos del Creador, considerado soberano del universo y de la historia:
“el Señor reina, se cubre de esplendor, se ciñe de fuerza” (Sal 93,1). La expresión “viene uno”” recuerda un título de sabor mesiánico que encontramos en el salmo 118, un canto procesional que se cantaba durante la fiesta de las Cabañas: “Bendito el que viene en el nombre del Señor”. Tal canto viene aplicado por Lucas a Jesús durante su entrada en Jerusalén. También el famoso anuncio mesiánico en el libro del profeta Zacarías trae el mismo mensaje: “He aquí Sión, que viene a tí tu rey...” (9.9).

b) Un gesto humilde: “yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias”

Otro trazo con el cual el evangelista describe la figura de Cristo es típicamente de sabor oriental: “desatar la correa de las sandalias”. Es el gesto que se deja para el esclavo. El Bautista delante del mesías que viene se siente siervo, y el más humilde e indigno: “yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias”.

Después presenta el bautismo que el personaje anunciado cumplirá: “éste os bautizará en Espíritu Santo y fuego”. En el Salmo 104,3 el Espíritu de Dios se define como el principio que crea y regenera el ser: “Envías tu Espíritu, todas las cosas son creadas y renuevas la faz de la tierra”. Por el contrario, el fuego es por excelencia un símbolo divino: calienta e incendia, anima y destruye, es fuente de calor y de muerte. 

2. Las palabras del cielo sobre Jesús (Lc 3,21-22)
En el segundo cuadro se contiene un nuevo perfil o epifanía de Cristo. Esta vez es Dios mismo, y no Juan, el que diseña el retrato de Cristo con palabras solemnes: “Tú eres mi Hijo el predilecto, en tí me complazco”. Esta presentación y definición de Cristo viene acompañada por una verdadera y propia coreografía celestial (el cielo que se abre... el descendimiento del Espíritu en figura de paloma... la voz del cielo) para mostrar las cualidades divinas de las palabras que se van a pronunciar sobre la persona de Jesús.

a) La paloma es símbolo del Espíritu de Dios que invadía a los profetas, pero que ahora se infunde en plenitud sobre el mesías como había predicho Isaías: “Sobre él se posará el Espíritu del Señor” (11,2). El símbolo de la paloma sirve para indicar que en la venida del Señor se realiza la presencia perfecta de Dios que se manifiesta en la efusión del Espíritu Santo que consagra a Cristo para su misión salvífica y para la tarea de revelar a los hombres la palabra definitiva del Padre. Con toda seguridad el signo de la paloma indica al lector del bautismo que Dios está disponible para encontrarse con el hombre. El nudo de este encuentro se hace verdad en la persona de Jesús. Si el Bautista había presentado a Jesús como el mesías – que en el AT es siempre un hombre, aunque perfecto – ahora Dios se apresta a definir a Jesús como el Hijo “predilecto”. Título que indica una presencia suprema de Dios y que supera a aquella que se experimentaba en el culto o en otros aspectos de la vida de Israel.

b) La voz divina es otro signo que acompaña a la manifestación de Jesús en las aguas del Jordán, Evoca dos textos del AT. El primero es un canto mesiánico que cita algunas palabras de Dios dirigidas a su Rey-Mesías: “Tú eres mi Hijo, hoy te he engendrado”(Sal 2,7). En el AT. tanto la figura del rey como la de mesías eran considerados como hijos adoptivos de Dios; sin embargo, Jesús es el hijo predilecto, sinónimo de unigénito. El segundo texto que ilumina el significado de las palabras pronunciadas por la voz del cielo es un pasaje cercano a los Cantos del siervo del Señor y que la liturgia de la palabra de este domingo nos propone como primera lectura: “He aquí mi Siervo a quien yo sostengo, he aquí mi elegido en quien me complazco” (Is 42,1). En la persona de Jesús convergen y se hacen presentes dos figuras presentadas por Isaías: la esperanza del rey Mesías y la figura del Mesías sufriente. No es impropio decir que la escena del bautismo presentada por Lucas es una verdadera catequesis sobre el misterio de la persona de Jesús, mesías, rey, siervo, profeta, Hijo de Dios.

Además, de la voz del cielo aparece la cualidad transcendente, divina, única de la persona de Jesús. Esta pertenencia de Jesús al mundo de Dios será visible, palpable, experimentable incluso en su humanidad, en su presencia en medio a los hombres, en su peregrinar por los caminos de la Palestina. Por tanto la Palabra de Dios en este domingo intenta mostrarnos con el relato del bautismo la solemne presentación de Jesús al mundo. Esta se completará solo en la cruz y en la resurrección. De hecho sobre la cruz se superponen dos rostros de Cristo, el humano-salvífico con la muerte en la cruz para nuestra salvación, y el divino a través de la profesión de fe del centurión: “Verdaderamente este era el Hijo de Dios”. La Palabra de Dios en este día del Señor nos invita a contemplar y adorar el rostro de Cristo, que San Agustín lo ha presentado así en una reflexión suya: “en aquel rostro nosotros llegamos a entrever también nuestros trazos, los de hijo adoptivo que nuestro bautismo revela”.

 
La edición y el subrayado son nuestros
Tomado del Sitio Oficial de los Carmelitas


En este día, descubramos que Jesús es mesías, rey, siervo, profeta e Hijo de Dios.

Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.

Gracias


6 de enero de 2013

Los magos de Oriente entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron

Del Santo Evangelio según San Mateo 2, 1-12 
Solemnidad de la Epifanía del Señor

Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: "¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo". Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos pontífices y a los letrados del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: "En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: "Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá; pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel"".

Entonces Herodes llamó en secreto a los Magos, para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: "Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño, y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo". Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.

Y habiendo recibido en sueños un oráculo para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.
(Aciprensa.com)

Comentario:

a) El simbolismo de la estrella:

Los Magos, astrólogos orientales, dedicados a la astrología y a la predicción del destino, a veces interrogaban a los astros. Ahora, llegados a Jerusalén dicen que han “visto su estrella en su levantar”. El término “levantar”, en griego anatolê, significa, sin artículo, el Oriente (el punto cardinal por donde se levanta el sol); pero en el texto griego está el artículo y esto significa el surgir de un verdadero y propio astro. La confirmación de esto nos viene dada por un texto bíblico: “surgirá un astro de Jacob y se levantará un hombre de Israel” (Num 24,17). La estrella se convierte en figura del nuevo rey apenas nacido y les guía al lugar donde ha nacido y se encuentra. Interesante es anotar que esta estrella, no es visible en Jerusalén, sino que vuelve a aparecer a los Magos mientras ellos se alejan de la ciudad. La estrella es, verdaderamente el elemento más significativo del relato.

Primero de todo, los Magos en su largo caminar no han seguido a la estrella, sino más bien la han visto levantarse y enseguida la han asociado con el nacimiento del Mesías. Además el viaje no era hacia lo desconocido, sino que tenía como meta a Jerusalén, la ciudad a la cual acuden en peregrinación todos los pueblos de la tierra según el profeta Isaías.

La ciudad, a esta noticia de los Magos que vienen para adorar al Mesías, se conturba y se agita. Los habitantes de Jerusalén no parecen muy entusiastas y no se preocupan lo más mínimo de rendir homenaje al “nacido rey de los judíos”. Sino que, para colmo, Herodes proyecta matarlo.

Aunque en Is 1-6 la ciudad de Jerusalén está llamada a “levantarse y acoger la gloria del Señor”, ahora en Mateo se asiste a una reacción de rechazo por parte del rey y de Jerusalén con relación al Mesías nacido en Belén. Tal conducta prefigura el comienzo de las hostilidades que llevarán a Jesús a ser condenado precisamente en Jerusalén. No obstante tal reacción, que impide a los Magos acercarse a la salvación precisamente en la ciudad elegida para ser instrumento de comunión de todos los pueblos de la tierra con Dios, los acontecimientos del nacimiento de Jesús se trasladan a Belén. Dios que guía los sucesos de la historia hace que se vayan de Jerusalén los Magos, que se pongan en camino y encuentren al Mesías, en la ciudad que fue patria de David, Belén. En esta ciudad David había recibido la investidura real con la unción dada por Samuel, ahora, por el contrario, el nuevo rey recibe una investidura divina: no con óleo, sino en el Espíritu Santo (1,18.20). A esta ciudad suben ahora los pueblos, representados por los magos, para contemplar el Emmanuel, el Dios con nosotros, y para hacer experiencia de paz y de fe...

b) El simbolismo del camino de los magos: 

i) Un camino lleno de dificultades, pero al final termina con éxito

El motor de su itinerario es el aparecer de una estrella, asociada enseguida al nacimiento de un nuevo rey: “ hemos visto su estrella en el Oriente” . La estrella es aquí sólo una señal, un indicio que comunica a los Magos la iniciativa de ponerse en camino. Al principio puede ser que estén movidos por la curiosidad, pero enseguida esta curiosidad se transformará en deseo de búsqueda y descubrimiento. Se da el hecho que aquel indicio de la estrella ha conmovido a los personajes y los ha empujado a buscar para encontrar una respuesta: ¿quizás a un profundo deseo? ¡Quién lo sabe! El texto muestra que los Magos tienen en el corazón una pregunta y que no temen repetirla, haciéndose inoportunos: “¿Dónde está el rey de los Judíos?” 

La pregunta se la hacen al rey Herodes e, indirectamente, a la ciudad de Jerusalén. La respuesta viene dada por los expertos, sumos sacerdotes, escribas: es necesario buscar el nuevo rey en Belén de Judá, porque así lo ha profetizado Isaías: “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no , la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel” (Mt 2,6). El texto profético sale al encuentro de las dificultades de los Magos: la Palabra de Dios se convierte en luz para su camino. 

En fuerza de aquella información, sacada de la profecía de Isaías, y confortados por el reaparecer de la estrella los Magos emprenden de nuevo el camino teniendo como meta, Belén. La estrella que los guía se para sobre la casa en la que se encuentra Jesús. Es extraño que los que viven en Belén o en los alrededores de la casa en la que se encuentra Jesús no vean aquella señal. Además, aquellos que poseen la ciencia de las Escrituras conocen la noticia del nacimiento del nuevo rey de Israel, pero no se mueven para ir a buscarlo. Al contrario, la pregunta de los Magos había, más bien, provocado en sus corazones miedo y turbación. En definitiva, aquellos que están cerca del acontecimiento del nacimiento de Jesús no se dan cuenta de lo acaecido, mientras los lejanos, después de haber recorrido un accidentado camino, al final encuentran lo que buscaban. Pero, en realidad, ¿qué es lo que ven los ojos de los Magos? Un niño con su madre, dentro de una pobre casa. El astro que los acompañaba era aquel sencillo y pobre niño, en el cual reconocen al rey de los Judíos.

Se postran delante de Él y le ofrecen dones simbólicos: oro ( porque se trata de un rey); el incienso ( porque detrás de la humanidad del niño está presente la divinidad); mirra ( aquel astro es un hombre auténtico destinado a morir).

ii) El camino de los Magos: un camino de fe:

No es errado pensar, que lo realizado por los Magos haya sido un auténtico camino de fe, mucho más, ha sido el itinerario de aquéllos que, aunque no pertenecen al pueblo elegido, han encontrado a Cristo. Al comienzo de un camino hay siempre una señal que pide ser vista allí donde todo hombre vive y trabaja. Los Magos han escrutado el cielo, para la Biblia sede de la divinidad, y de allí han tenido una señal: una estrella. Pero para comenzar el recorrido de fe no basta escrutar los signos de la presencia de lo divino. Un signo tiene la función de suscitar el deseo, que necesita para realizarse un arco de tiempo, un camino de búsqueda, una espera. Es significativa la expresión con la que Edith Stein describe su camino de fe: “Dios es la verdad. Quien busca la verdad, busca a Dios, conscientemente o no”.

Un verdadero deseo provoca preguntas. Los Magos, por su parte, encuentran a Jesús porque tienen en su corazón fuertes interrogantes. Tal experiencia del encuentro con Jesús es, verdaderamente, una provocación para la pastoral: se impone la necesidad de no privilegiar una catequesis hecha de certezas o preocupada por ofrecer respuestas prefabricadas, cuanto de despertar en el hombre de hoy preguntas significativas sobre cuestiones cruciales de la humanidad. Es lo que sugiere un obispo del centro de Italia en una carta pastoral: “Presentar a Cristo y al Evangelio en conexión con los problemas fundamentales de la existencia humana (vida-muerte, pecado–mal; justicia-pobreza, esperanza-desilusión, amor–odio, relaciones interpersonales familiares, sociales, internacionales...), donde se evita lo desfasado entre las preguntas de la humanidad y nuestras respuestas”. (Mons. Lucio María Renna, O.Carm.) 

La respuesta, como nos enseña la experiencia de los Magos, se encuentra en la Biblia. Y no se trata sólo de un conocimiento intelectual o de un saber acerca del contenido de las Escrituras, como en el caso de los escribas, sino en un acercarse a ella guiado por el deseo, por la pregunta. Para los Magos aquella indicación contenida en las S. Escrituras fue iluminadora para cumplir la última etapa de su camino: Belén. Además la Palabra de Dios les permitió ver en los sencillos y humildes signos de una casa, del niño con María, su madre, al rey de los judíos, el esperado de Israel. 

Los Magos adoran y descubren en Jesús a aquel que habían con tanta ansia buscado. El lector, por un lado se sorprenderá por la desproporción existente entre los gestos y dones de los Magos y la humilde realidad que se presenta a sus ojos; pero, por otra parte, está seguro que aquel niño, que los Magos adoran es precisamente el Hijo de Dios, el esperado Salvador del mundo. Y así el itinerario se convierte en itinerario de todo lector que lee esta significativa historia de los Magos: quien busca, aunque parezca que Dios está lejos, puede encontrarlo. Aquéllos que, por el contrario, presumen de saber todo de Dios y creen tener asegurada la salvación, corren nel riesgo de privarse del encuentro con Él. En una catequesis habida en Colonia con ocasión de la XX Jornada de la Juventud así se expresaba el arzobispo Bruno Forte: “los Magos representan a todos los buscadores de la verdad, listos a vivir la existencia como un éxodo, en camino hacia el encuentro con la luz que viene de lo alto” 

Además la experiencia de los Magos nos enseña que en toda cultura, en todo hombre hay esperanzas profundas que necesitan ser saciadas. De aquí la responsabilidad de leer los signos de Dios presentes en la historia de los hombres.
 
La edición y el subrayado son nuestros
Tomado del Sitio Oficial de los Carmelitas


En este día, descubramos que Jesús es el fin concreto de nuestro propio camino de fe, el Hijo de Dios, el Salvador, aquel que responde nuestras dudas más profundas, llena nuestras expectativas y colma nuestras ansias. 

Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.

Gracias