Buen día en el Señor,en el evangelio de hoy
(Mateo 13,47-53) el Señor nos cuenta la parábola de la red echada al mar: "También es
semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces
de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y
recogen en cestos los buenos y tiran los malos.”. La historia contada es
bien conocida por la gente de Galilea que vive alrededor del lago. Los
pescadores salen al mar con esta única finalidad: echar la red, tomar muchos
peces, llevar la red llena hasta la playa, escoger los peces buenos y tirar los
que no sirven. Describe la satisfacción del pescador al final de un día de
trabajo pesado y cansado. Esta historia tiene que haber producido una sonrisa de
satisfacción en el rostro de los pescadores que escuchaban a Jesús.
La aplicación de la parábola. Jesús da una sugerencia para que las personas puedan discutirla y aplicarla a su vida: “Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. «¿Habéis entendido todo esto?» Son imágenes fuertes para describir el destino de aquellos que se separan de Dios o que no quieren saber de Dios.
El final del Sermón de las Parábolas. Jesús termina con la siguiente pregunta: "¿Habéis comprendido todo esto?" Ellos respondieron: “Sí” Y Jesús termina la explicación :" «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de su arca cosas nuevas y cosas viejas.». Dos puntos para aclarar:
(a) Jesús compara el doctor de la ley con el padre de familia. ¿Qué hace el padre de familia? El “saca de su arca cosas nuevas y cosas viejas". La educación en casa se hace transmitiendo a los hijos y a las hijas, lo que ellos los padres, han recibido y aprendido a lo largo de los años. Es el tesoro de la sabiduría familiar, donde están encerradas la riqueza de la fe, las costumbres de la vida y tantas otras cosas que los hijos van aprendiendo. Ahora, Jesús quiere que, en la comunidad, las personas responsables de la transmisión de la fe sean como el padre de familia.
La aplicación de la parábola. Jesús da una sugerencia para que las personas puedan discutirla y aplicarla a su vida: “Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. «¿Habéis entendido todo esto?» Son imágenes fuertes para describir el destino de aquellos que se separan de Dios o que no quieren saber de Dios.
Por otro lado, la basura de
Jerusalén se quedaba en un valle cerca de la ciudad y este lugar se llamaba
geena, allí, en la época de los reyes había un horno para sacrificar a los hijos
al falso dios Molok. Por esto, el horno de la geena se volvió el símbolo de
exclusión y condena. Dios no excluye, cada uno de nosotros se excluye a si
mismo.
El final del Sermón de las Parábolas. Jesús termina con la siguiente pregunta: "¿Habéis comprendido todo esto?" Ellos respondieron: “Sí” Y Jesús termina la explicación :" «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de su arca cosas nuevas y cosas viejas.». Dos puntos para aclarar:
(a) Jesús compara el doctor de la ley con el padre de familia. ¿Qué hace el padre de familia? El “saca de su arca cosas nuevas y cosas viejas". La educación en casa se hace transmitiendo a los hijos y a las hijas, lo que ellos los padres, han recibido y aprendido a lo largo de los años. Es el tesoro de la sabiduría familiar, donde están encerradas la riqueza de la fe, las costumbres de la vida y tantas otras cosas que los hijos van aprendiendo. Ahora, Jesús quiere que, en la comunidad, las personas responsables de la transmisión de la fe sean como el padre de familia.
(b) Se trata de un doctor
de la Ley que se vuelve discípulo del Reino. Había pues doctores de la
ley que aceptaban a Jesús como revelador del Reino. ¿Que ocurre con un doctor en
la hora en que descubre en Jesús al Mesías, hijo de Dios? Todo aquello que
estudió para ser doctor de la ley sigue siendo válido, pero recibe una dimensión
más profunda y una fidelidad más amplia.
Una comparación puede aclarar lo
que acabamos de decir. En una ronda de amigos alguien mostró una foto, donde
se veía a un hombre de rostro severo, con el dedo levantado, casi agrediendo al
público. Todos quedaron con la idea de que se trataba de una persona inflexible,
exigente, que no permitía intimidad. En ese momento, llega un joven, ve la foto
y exclama: “¡Es mi padre!” Los demás miraron hacia él, y mirando la foto,
comentan: ¡Vaya padre severo! Y el chico joven contesta: “¡No, en absoluto! Es
muy cariñoso. Mi padre es abogado. Aquella foto fue sacada en el tribunal, en el
momento en que denunciaba el crimen de un latifundista que quería desalojar a
una familia pobre que moraba en un terreno baldío del ayuntamiento, desde hacía
muchos años. ¡Mi padre ganó la causa! Los pobres pudieron quedarse allí donde
estaban.” Todos le miraron de nuevo y dijeron: “¡Qué persona más
simpática!”
Como por un milagro, la
fotografía se iluminó por dentro y tomó otro aspecto. Aquel rostro, tan severo
adquirió rasgos de una ternura entrañable. Las palabras del hijo cambiaron todo,
sin cambiar nada. Las palabras y los gestos de Jesús, nacidas de su experiencia
de hijo, sin mudar una letra o una coma, (Mt 5,17-18) iluminaron el sentido del
Antiguo Testamento desde dentro e iluminaron por dentro toda la sabiduría
acumulada del doctor de la Ley. Dios mismo, que parecía tan distinto y severo,
adquirió los rasgos de un Padre bondadoso de gran ternura!
En este día, miremos como el Señor no quiere rechazarnos sino que pemanentemente nos llama a su lado.
Qué la misericordia y la confianza en e el Señor, no les
falte.
Gracias
La edición y el subrayado son nuestros
Tomado de:
El
sitio oficial de los carmelitas
No hay comentarios:
Publicar un comentario