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26 de julio de 2015

"¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?"

Domingo 17 del Tiempo Ordinario 
Juan 6,1-15

En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: "¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?" Lo decía para tentarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe contestó: "Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo." Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: "Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?" Jesús dijo: "Decid a la gente que se siente en el suelo." Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: "Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie." Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: "Éste sí que es el Profeta que tenía que venir la mundo." Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo..(Aciprensa.com)

Comentario:
San Juan, es un evangelio con mucha profundidad. La meditación sólo inicia aqui. 

Jesús vino a mostranos el camino para llegar a su Padre, por ello realizaba muchos signos que mostraban el amor de su Padre por nosotros. Las multitudes le seguían, sea por sanación, por salvación, por curiosidad, por el deseo de plenitud en sus vidas e incluso para denunciarlo. Jesús era muy conciente de todo ello.

Esta misma gente es por la que Jesús siente compasíon por que ¨parecían ovejas sin Pastor¨. Necesitan ser alimentados material y espíritualmente como lo exije su propia dignidad hmana. 

Jesús le propone el reto a Felipe pero él en su ingenuidad entiende literalmente y se rinde muy pronto. En cambio, Andrés, toma la iniciativa y encuentra a un niño, dispueso a entregar la comida seguramente de su propia familia para otros que la necesitan. Mas Andrés, igual se desanima muy pronto. Ambos a pesar de haber vivido con Jesús aun no le conocian bien.

Dios puede obrar milagros de la nada pero en este caso Jesús ve lo que hay disponible, no sólo en lo material sino ve la disposición humana para realizarlo.  La generosidad de este niño, la gran necesidad de la multitud, y la buena intención de sus discipulos.

Ciertamente, es un milagro del compartir, de la solidaridad. Pero iniciado por nuestro Señor y en colaboración con nosotros.  Gracias


Para Profundizar:


Dios cuida de su pueblo. Ese es el mensaje que viene fuerte y claro en las lecturas de hoy. Él alimenta no sólo con alimento material ("no sólo de pan ..."), sino con todo lo necesario para una vida plenamente humana en íntima unión con Dios, fuente y fin de toda la vida.

En busca de Jesús
Estamos leyendo la versión del Evangelio de Juan, que sirve de introducción para un largo discurso sobre Jesús como Pan de Vida.
 
Al igual que Marcos, Juan comienza por decirnos que Jesús cruzó a la otra orilla del lago de Galilea y que fue seguido por una gran multitud. No menciona (como vimos la semana pasada) que Jesús quiera traer a sus discípulos a un lugar tranquilo después de todo el trabajo de la enseñanza y la sanación lejos de las multitudes.
 
Sin embargo, como sabemos por Marcos, las multitudes habían ido delante de ellos a pie. Lo que hizo que la gente caminara nueve millas (12 km) para ver a Jesús. Juan dice que era porque "veían las señales que Jesús estaba haciendo por los enfermos". Esto es probablemente una expresión de la profunda hambre y del deseo de la gente por la sanación y la plenitud en sus vidas. Al mismo tiempo, también podría interpretarse en un sentido puramente egoísta y curioso, la forma en que las personas acuden en multitudes después de enterarse de algún evento "milagroso". (El final del Evangelio de hoy sugiere que esta segunda lectura.)
 
No vamos a ser mejor que la multitud, si sólo vemos en esta historia una multiplicación milagrosa de unos pocos panes y algunos peces. Todos los relatos evangélicos están impregnadas de simbolismo y esto es especialmente cierto de Juan.

Parecido a Moisés, y algo diferente
Se nos dice primero que Jesús "subió al monte". Esto no es sólo un detalle de hechos. Ese simbolismo que mencionamos, nos recuerda a Moisés en el monte trayendo la ley de Dios a la gente.
 
Aquí, sin embargo, hay una gran diferencia: Jesús no es un mero intermediario; él habla con derecho, con la misma autoridad que su Padre. Como vimos la semana pasada, Marcos tiene a Jesús enseñando a la gente primero. Aquí en Juan de la enseñanza, que veremos en las próximas semanas, fluye de la experiencia de la multiplicación. Y, mientras Moisés subió al monte a solas, Jesús llevó a sus discípulos con él. Eran socios en su trabajo y que continuarán con la misión después de su resurrección.
 
Y así como Moisés dio al pueblo judío la enseñanza de Dios en forma de la ley y más tarde los alimentó con el maná, así que Dios, en Jesús, el nuevo Moisés, quien alimenta espiritual y materialmente a los que vienen a él.

La Pascua
Una vez más,  Juan menciona que "ahora la fiesta de la Pascua estaba cerca". La Pascua es la gran fiesta cuando los Judios cada año celebran su liberación de la esclavitud de Egipto y de Dios llevándolos a la libertad como su pueblo elegido. La escena de hoy es una anticipación de la nueva Pascua, donde Jesús será la figura central y donde el sufrimiento, la muerte y la resurrección de Jesús será nuestra liberación del pecado y de la muerte. Justo antes de su muerte, Jesús dio a sus discípulos - y la Iglesia - la Eucaristía, el gran signo permanente de su Pascua. Las acciones de Jesús en la historia de hoy anticipan esa escena de la Última Cena en el que Jesús "Lo partió, dio gracias (eucharistesas,), y lo distribuyó a todos ellos."

Un pequeño muchacho insignificante
Antes de que hace esto hay algunos aspectos importantes. El diálogo con Felipe, que siempre da la impresión de ser bastante ingenuo y simple. Él hace las preguntas que le gustaría preguntar, pero a menudo se avergüenza. Él representa a los que tal vez quieran ver la vida en términos demasiado literales. "¿Dónde vamos a comprar comida para toda esta gente?" Jesús le pide. "Doscientos denarios no sería suficiente para que cada uno tenga un poco", dice Felipe. (Un denario era el equivalente a un día de salario para un trabajador.)
 
Esto refleja el diálogo con el profeta Eliseo en la primera lectura cuando se le dijo para alimentar a la gente de 20 panes de cebada. "¿Cómo puedo servir esto a cien hombres?" le pide a Dios. "Darle a la gente a comer", es la respuesta simple. "Dad y se os dará a usted, desbordante en su regazo," el Evangelio dice en otro lugar.
 
Entonces Andrés entra diciendo. "Hay un niño que tiene cinco panes y dos peces." Y, haciéndose eco de las palabras de Eliseo, "Pero ¿de qué es eso para tantos?" El difunto monseñor Ronald Knox construye toda la historia alrededor de este pequeño niño. Presumiblemente, el niño trajo la comida para él y su familia inmediata. Lo siguiente que sabemos es que Jesús toma esos panes y los peces, y, después de bendecirlos, empieza a distribuirlos.

Usando lo que estaba disponible
Es importante observar que Jesús no alimenta a las personas sin nada. Empezó con algo que ya estaba disponible. Lo que Jesús hizo, fue posible porque ese niño estaba dispuesto a compartir lo que tenía con los demás, incluidos los muchos extraños a su alrededor.

Algunos dicen que el "milagro" que tuvo lugar fue que la generosidad del niño dio lugar a muchos otros que comparten generosamente lo que cada uno había llevado con los extraños a su alrededor. Se requiere una especie de milagro para romper el egocentrismo de la gente y su preocupación por su propia seguridad. No busque más allá de su propia cuenta bancaria.

El niño rompió el hielo. Pero también podemos ver que Dios da vida a través de lo que ya está disponible para nosotros. La gente está muriendo de hambre y desnutrición en nuestro mundo, no a causa de la falta de comida, pero debido a la mala distribución. La comida está ahí; es la voluntad de compartirlo o los medios para producirlo que falta.

Nuestra Eucaristía sacramental
Así, la Eucaristía que estamos celebrando hoy, también se trata de dar, de amar y de compartir. El pan que se ha ofrecido por todos es bendecido en la consagración, a continuación, partido y dado a todos.

La Eucaristía sólo funciona cuando conscientemente la celebramos en este camino y cuando es realmente una señal de lo que está pasando en nuestra vida cotidiana. San Pablo tiene algunas palabras muy duras para los cristianos que quieren celebrar la Eucaristía, pero se niegan a ayudar a los miembros necesitados de su comunidad.

Antes de comer, la gente se les indica sentarse y se nos dice que "había un montón de hierba allí". Este es un eco de la famosa Salmo 22 (23): ". El Señor es mi pastor, nada me falta; me hace descansar en verdes pastos ..."

Ser compañeros de Jesús
Hay otro detalle digno de mención aquí. En los sinópticos, son los discípulos que se les dice para distribuir el pan y los peces entre el pueblo. Esa es una señal de su futura misión de llevar a Cristo al mundo. Pero aquí en Juan, es Jesús mismo quien distribuye: Juan pronto va a grabar las palabras de Jesús acerca de su ser el Pan de Vida que da vida al mundo. Aunque hay intermediarios, siempre es el mismo Jesús que viene a nosotros en la Palabra y de la Eucaristía. Juan quiere hacer hincapié en que Jesús es la fuente de todo alimento, espiritual y material.
 
Al final, ¿qué pasó? Después de 5.000 personas habían comido y tenían su ración, aún había mucho de sobra. Doce canastas de alimentos no consumidos, son los residuos que son sino un signo de la liberalidad con que Dios atiende a nuestras necesidades, tanto espirituales como materiales. Doce es un número de finalización y plenitud (cf. el libro de Apocalipsis).

Refleja también la experiencia de Eliseo que se había preguntado hasta qué punto 20 panes de cebada irían. Le habían dicho por Dios, "Comerán y sobrará" como de hecho sucedió.

El Mesías Rey
La reacción inmediata de las personas es de emoción. Ellos ven en Jesús un realizador de maravillas, un hombre de poder. "¿Este realmente es el profeta, el Mesías esperado, que ha de venir al mundo!" Quieren hacerle su Rey, el Mesías.
 
La respuesta de Jesús es a huir a las montañas. ¿Por qué hacer esto si le piden ser su Mesías? ¿No es eso lo que es? La razón es - como se explicará en el Evangelio del próximo domingo - que han perdido el verdadero significado de lo que pasó. Ellos sólo vieron una multiplicación milagrosa de los panes y los peces. Ellos vieron el milagro; se perdió el mensaje.
 
Algunos comentaristas ven en esta reacción de Jesús un juego de una de las tres tentaciones en el desierto: "póstrate ante mi y adórame, y te daré todos los reinos de la tierra" La misión de Jesús fue para inaugurar el reino, traer a todas las personas bajo el señorío de Dios. Seguramente aquí, con la gente, literalmente, comiendo de su mano, era una oportunidad de oro para que ellos sigan a su rey Gracias, pero no, dice Jesús. El único rey que verán será el que cuelga en la vergüenza y la desnudez, un criminal condenado entre los criminales, en una cruz. ¿Dónde estas multitudes entonces?
 
No, la verdadera enseñanza aquí es que Jesús es la verdadera fuente de alimento para nuestras vidas. Si queremos compartir ese alimento que tenemos, como nos dice en otro lugar, tenemos que "escucharle". Tenemos que estar preparados para entrar totalmente con él en el misterio pascual de su vida amorosa centrada, su entrega en el sufrimiento y la muerte como una forma de vida. Jesús sólo reconocer su título de rey cuando le seguimos sobre esa base.

Los signos de la alimentación
¿Cómo podemos saber que estamos siendo alimentados por Dios? Recibimos algunas indicaciones en la segunda lectura de hoy. Pablo escribe como un prisionero y, al igual que miles de prisioneros cristianos, se le niega la Eucaristía. Él nos pide que vivamos nuestras vidas de una manera  "digna de la vocación en la que habéis sido llamados".

Dos signos de vida son:
a. El amor de apoyo mutuo y cercanía, expresados en  la generosidad, amabilidad y paciencia tolerante.
b.  El preservar la unidad que viene del Espíritu, con el vínculo de la paz, haciendo todo lo posible para lograrlo. No somos una colección de individuos por separado tratando de agradar a Dios y por lo tanto ganar una recompensa celestial en el futuro. Formamos un solo Cuerpo, el Cuerpo de Cristo, una comunidad que la gente debería ser capaz de ver está obligado por el amor y el cuidado. La Eucaristía es el signo de ese Cuerpo.
- Hay un Espíritu que nos anima a todos nosotros y nos une.
- Hay una esperanza, la firme esperanza de que el Reino de Dios se hará realidad y nuestra felicidad está asegurada incluso ahora.
- Hay una sola fe, por la que todos estamos comprometidos en nuestra total confianza en el amor de Dios y su cuidado por nosotros. Ese amor y cuidado normalmente se canalizan a través del amor y el cuidado que las personas tienen uno para el otro.
- Hay un solo Señor, quien nos muestra el camino a seguir.
- Hay un solo Bautismo, por el cual tenemos todo, sea cual sea nuestro origen, por el nos convertimos en hermanos y hermanas, en una sola comunión protegida, en una nueva familia.
Tal unidad no se puede lograr por nosotros mismos. Necesitamos la ayuda de nuestro Señor Jesús como el Pan de Vida, que nos viene a nutrir y alimentar a todos en todo tipo de formas.

  La edición y el subrayado son nuestros



Que la Misericordia y la confianza en Dios no te falte

Gracias

19 de julio de 2015

"Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco."

Domingo 15 del Tiempo Ordinario 
Marcos 6,30-34
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: "Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco." Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.(Aciprensa.com)

Comentario:
Este pasaje es continuación del domingo anterior (ver goo.gl/0iB3dN). En el que los discípulos fueron enviados por Jesús a predicar. 

El discípulo para Jesús debiá vivir con Él. Debia aprender todo de Él, no sólo sus palabras sino sus gestos Debía absorver su vida, sus actitudes, motivaciones, sus gestos, sus pensamientos, sus reflexiones. En suma, debían tener un corazón, el centro de su ser, conforme al suyo.

Mas Jesús no es un simple instructor, que sólo se preocupa porque el discípulo conozca su trabajo, sino tmbíen es el Buen Pastor que da la vida por las ovejas. Por ello se preocupa, por su descanso. No del simple esparcimiento, o disminución del esfuerzo laboral, sino desea con ellos una renovación profunda y espiritual que luego de la entrega dada necesitan tenerla. 

Jesús, nos señala que hay tiempo para todo. Tiempo para ser discipulo para aprender y escuchar al Maestro, y tiempo para ser apóstol, tiempo para hablar y obrar en nombre del Maestro. 

Sólo es necesario, estar atentos al maestro, a lo que pide a cada uno. Y es vital hacerlo con un corazón totalmente sincero, confiado  y  libre, de prejuicios, egoismos y orgullos propios.  Gracias

Para Profundizar:

Comentario a Jeremías 23: 1-6; Efesios 2: 13-18; Marcos 6: 30-34

El tema de las lecturas de hoy es: El Pastor.

1. Jesús es visto como el modelo del buen pastor.

Lo vemos enseñando, sanando y, en la continuación del Evangelio de hoy de la próxima semana, la alimentación.

En la apertura del Evangelio, vemos a Jesús invita a sus discípulos a ir con él a un lugar tranquilo para descansar y tener un poco de tranquilidad. Sin embargo, cuando llegan a su destino elegido, se encuentran con que las multitudes se han ido por delante de ellos y están a la espera de su llegada.

Vemos aquí un ejemplo del tipo de tensión que existe en la vida de todo cristiano comprometido.

Por un lado, existe la necesidad de arrastrar a un lugar tranquilo y para recargar ¨baterías¨, para reflexionar y evaluar lo que se ha estado haciendo y regenerar nuestra energía espiritual.

Al mismo tiempo, hay una demanda constante en nuestro compromiso de servir. Tenemos que responder con generosidad y empatía a donde haya una necesidad real.

El énfasis está en la "necesidad real" y no sólo en las demandas de los demás o nuestro propio deseo de estar en la demanda.

Esto exige discernimiento: habrá momentos en los que, con dificultad, sabemos que debemos decir 'Sí'. Habrá otros momentos en los que, a pesar de las críticas que puede generar, nosotros debemos decir 'No'.

Tenemos que estar disponibles pero no podemos tener disponibilidad absoluta.

Estamos limitados en el servicio de calidad que podemos dar.

En la vida de Jesús, lo vemos a veces dejando a la gente, a pesar de sus demandas, y de irse a orar.

En la situación actual, a pesar de que tenía la intención de tener un tiempo a solas con sus discípulos, estaba claro que las necesidades de las personas que llaman para una respuesta positiva.

Eran como "ovejas sin pastor". Tenían que ser enseñados y tenían que ser alimentados. Jesús hizo ambas cosas.

La alimentación era a la vez para el cuerpo y el espíritu.

2. Nosotros, somos pastores, como Jesús quien es libre y sin trabas, ya sea del equipaje material o mental, o emocional o espiritual.

También nosotros estamos llamados a ser pastores; estamos llamados a enseñar, sanar y alimentar.

Pero, si vamos a hacerlo de manera eficaz, también tenemos que reservar un tiempo para el descanso y la renovación.

Vivimos hoy en un mundo agitado, donde el grito de "¡No tengo tiempo!" Se escucha constantemente por el sacerdote y algun laico por igual.

Sin embargo, cuando pensamos en ello, tenemos mucho tiempo para ver la televisión (y ¿Cuál es el valor de gran parte de lo que vemos?). Tenemos mucho tiempo para leer el periódico o para ir de compras o simplemente para meternos en chismes de cosas inútiles.

Aún así, no tenemos tiempo para orar y reflexionar y renovar nuestra visión de la vida.

3. Como pastores, tenemos un mensaje que transmitir.

¿Y cuál es ese mensaje?

Es el mismo mensaje que Jesús trajo: la Buena Nueva del Reino de hacerlo una realidad en nuestro mundo.

Eso Unido puede ser descrito de muchas maneras.

En la actualidad la segunda lectura de la carta a los Efesios, que se describe como sigue los pasos de Jesús, con lo que la unión entre las personas, rompiendo las barreras de la división, la creación de comunidades que dan y comparten.

¿Podríamos decir que esa es una descripción exacta de nuestra vida cristiana?

4. ¿Hasta qué punto podríamos decir que un pastor es "malo" ?

" Pues así dice Yahveh, el Dios de Israel, tocante a los pastores que apacientan a mi pueblo: Vosotros habéis dispersado las ovejas mías, las empujasteis y no las atendisteis. Mirad que voy a pasaros revista por vuestras malas obras - oráculo de Yahveh -. " (Jer 23,2)

Es hora de que nosotros nos unamos al Buen Pastor para reunir a lo disperso y divdido en la gente, romper las barreras que dividen y separan a las personas entre sí - ya sea por nación, raza o grupo étnico, religión o clase social, o simplemente traer de vuelta al redil aquellos que debido al estigma social o la enfermedad se han mantenido en los márgenes de nuestra sociedad.

Sólo de esta manera la paz de Cristo será una realidad en nuestros corazones, en nuestras sociedades y en nuestra Iglesia.


 La edición y el subrayado son nuestros



Que la Misericordia y la confianza en Dios no te falte

Gracias

12 de julio de 2015

¨Y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad...¨


Domingo 15 del Tiempo Ordinario

Evangelio: Marcos 6,7-13
"Los fue enviando"

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió: "Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa." Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban..
(Aciprensa.com)


Comentario:
Jesús lanza a sus discípulos a una ¨práctica¨.  Cuando un alumno va a ser profesional en ciertas ocasiones se le envía al campo para que se prueben a si mismo y pruebe el campo laboral. 

Jesús fue y es un maestro, y quiere que sus discipulos conozcan de antemano lo que será seguir su misión. La misión de Jesús es mostrarnos al Padre y redimir a la humanidad, y la de ellos, pues la de llevar el mensaje de Jesús: El Evangelio. 

Jesús no sólo contradice a las autoridades judías por la incoherencia con la que vivían: Eneñaban cumplir los madamientos de Dios pero no los vivían.  Además, también cuestionaba sus métodos de enseñanza. 

Entre las muchas contradicciones: Jesús elegía a sus discípulos, mientras los maestros judíos, ellos mismos. La segunda, es que los maestros judíos, se servían de sus discípulos casi como esclavos, en cambio Jesús vivía con ellos y los trataba como amigos. 

El discípulo para Jesús debiá vivir con Él. Debia aprender todo de Él, no sólo sus palabras sino sus gestos Debía absorver su vida, sus actitudes, motivaciones, sus gestos, sus pensamiesntos, sus reflexiones. En suma, debían tener un corazón, el centro de su ser, conforme al de Jesús.

En el mundo de hoy, todos quieren obrar.  Se cree que el mundo sólo sera cambiado por nuestro trabajo y acciones. Y es cierto, pero siempre hay que ver cual es el origen de esas obras. Se habla mucho del ¨Apostolado¨, tanto en la educación, la medicina o en el servicio social. Y ciertamente, el apóstol sólo puede serlo si primero es discípulo, si primero aprende del maestro.

No puede haber un verdadero apostolado sino hay un verdadero discipulado. Esto, para los que somos catequistas o misioneros nos exije mucho, pero tambíen para todo cristiano que quiere ocuparse de otro, sea padre de familia, amigo o consejero. Antes de obrar o hablar del Señor pues primero hay que vivir como Ël.  Primero debe ser buen discípulo. 

Recordemos, que la autoridad que nos da el Señor con el Butismo está en hablar y obrar, de parte de Ël. Y eso es cosa seria, pues si no hablamos u obramos con total conciencia de por quién lo hacemos, será una farsa,  seremos engañados, engañaremos, podremos lastimar, y estaremos sujetos al juicio del Señor. Advirtamos, que hay una gran tentación por lucirse, buscar aplausos, o agradecimientos,  y es muy facil caer, hasta los más preparados y los más santos caen. Sólo lo evitaremos escuchando al Señor y siendo sinceros con Ël, con nosotros mismos y los demás. Gracias


Para Profundizar: 

"Comenzó a enviarlos de dos en dos"
La misión de los discípulos no viene por entusiasmo personal o por una manía de grandeza: comienza cuando Jesús cree que están preparados para hablar, de acuerdo con lo que han escuchado y asimilado. Según Marcos, hasta este momento solamente han visto algunos milagros, han escuchado algunas enseñanzas, entre las más importantes el tema de la semilla que crece de varias formas y han asistido a alguna polémica sobre Jesús y los jefes.

Su práctica al curar, su llamada a la conversión, su disponibilidad a moverse en medio de la gente, su predicación itinerante, estos son los puntos a los que han de hacer referencia. No están todavía maduros del todo, pero el ejercicio los ayudará a madurar. Bajo la supervisión de Jesús, pueden aprender y mejorar: encontrarán las palabras justas, los gestos adecuados. Experimentarán el entusiasmo de un éxito estrepitoso, pero luego, al final, deberán superar también el centrarse en los milagros para anunciar la muerte y resurrección del Salvador.

"Les dio potestad sobre los espíritus inmundos..."
Se trata de la "exousia" que también Jesús ejercía: se les capacita y se les autoriza para usar el mismo poder. Parece ser que para Marcos éste sea el ejercicio principal en este momento; por lo demás él mismo se concentra sobre este aspecto del Jesús "taumaturgo", que expulsa los espíritus malignos.

Debemos pensar que por "espíritus malignos" se entendían entonces muchas cosas a la vez: enfermedad psíquica, distintas formas de epilepsia, fuerzas malignas destructoras, poder esclavizante de las leyes, toda forma de dolencia psíquica, malformaciones físicas, etc.

El poder se ejercita pasando por entremedio de estos sufrimientos: aceptando el reto que hacen a la confianza en Dios, a la convivencia solidaria, a la dignidad de toda persona humana. No debemos identificar "inmundo" con impureza de tipo sexual o legal. Se trata de la "pureza" a la luz de Dios: que es amor, solidariedad, justicia, misericordia, colaboración, acogida...etc. Por eso los doce tendrán que llamar "a conversión" de estos prejuicios y de estas formas perversas e "inmundas" de vivir como hijos de Dios.

"Fuera del bastón, nada para el viaje…"
La misión debe ser itinerante, no sedentaria, es decir, deberá estimular a caminar de nuevo, a encontrase de nuevo, al despego de los resultados, a la libertad interior y exterior. De aquí la recomendación que todos los Sinópticos resaltan sobre la pobreza material en el vestir y en el comer, y sobre las seguridades y evidencias. Probablemente se trata de la brevedad de la experiencia: no debía durar mucho este primer ejercicio, y por lo tanto, deberían ir aligerados de todo, libres, insistir más sobre lo inmediato del anuncio, que sobre la consolidación de los resultados.

Sin embargo, cuando este texto fue escrito, la situación de la comunidad de los discípulos estaba mucho más desarrollada y consolidada. Por lo tanto, la memoria de estas recomendaciones, no servía solamente para recordar aquella primera experiencia alegre y aventurera. Servía también para confrontar el estilo original y la práctica de aquel momento, tan lejano ahora, del tiempo de Jesús. Es, por lo tanto, una llamada a un impulso misionero menos miedoso debido a la exigencias del confort y seguridad.

"Sacudiendo el polvo de la planta de los pies..."
Las recomendaciones del Señor ponen de relieve dos aspectos, aparentemente contrarios. Por un lado, deben ir con toda disponibilidad, a encontrar a la gente, sin preocupación de ganancias o supervivencia. Deben buscar al que está enfermo - por razones personales o sociales, por la opresión de la ley o por la maldad humana -y liberarlo, ungirlo con aceite, sanar las heridas y las plagas del corazón. Pero por otro lado, deben evitar aceptar cualquier tipo de hipocresía, de bondad sin responsabilidad.

Junto a la caridad y a la premura hacia los que sufren, deben tener el valor también de desenmascarar la hipocresía, de reaccionar ante la cerrazón, de aceptar los fracasos personales Deben irse, sin lamentaciones ni debilidad, del lugar donde no haya habido acogida, donde el rechazo o la hipocresía hagan estéril el anuncio y el testimonio. Una ruptura clara e inequívoca, que ni el mismo Jesús ha vivido mucho. El trató siempre de volver a dialogar, sufrió por la cerrazón de los fariseos y de los escribas, hizo frente a sus tenaces e insidiosas barreras. Y, sin embargo, impone a los discípulos no perder tiempo con los que no los aceptan. Probablemente en esta recomendación exista también una adaptación a la situación de la comunidad: no deben lamentarse por no entenderse con la comunidad israelítica. Hubo una cerrazón total, un rechazo feroz y agresivo: esto ya lo había previsto Jesús. Que no les dé pena. Que vayan a otros lugares, que no pierdan el tiempo en recuperar lo que es irrecuperable.




Que la misericordia y la confianza en el Señor no te falte

Gracias


5 de julio de 2015

"¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¨

Del Santo Evangelio Según San Marcos 6,1-6
Domingo 14 del Tiempo Ordinario

En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: "¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?" Y esto les resultaba escandaloso. Jesús les decía: "No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa." No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.(Aciprensa.com)


Comentario:

En uno de sus viajes, Jesús  y sus discípulos regresan a Nazareth, su ciudad natal. Ahí tenía parientes, amigos y conocidos que lo habían visto crecer y madurar. ¨Conocían todo¨ de Ël y de sus padres. Por ellos se asombran de lo que enseña y de los prodigios que realizaba. 

Lo mismo nos pasa hoy, a todos de alguna forma.  ¨Conocemos¨ de Jesús sea por nuestros padres, por el colegio, por alguna catequesis o por la Biblia misma. Todos conocemos de su misericordia y de que siempre perdona pero como casi siempre nos pasa, nos olvidamos que la misericordia de Jesús sólo se da si el pecador reconoce su pecado, si reconoce que ofendio a Dios, y así se ve en los evangelios. Entonces, ¿Conocemos o no, a Jesús?.

Siempre tendremos ideas de Él, ideas previas o ¨prejuicios¨ que sin ser con mala intención pueden cerrarnos a la verdadera experiencia de Él. ¨Conocer a Jesús¨ es vivr con Él, ayuda mucho meditar la Biblia, algun curso o catequesis, pero serán nada sino tenemos una vida con Él. Para tener su vida, la Iglesia nos enseña que son necesarios los sacramentos y la oración.  Gracias



Para Profundizar: 

 Comentario a Ezequiel 2: 2-5; 2 Corintios 12: 7-10; Marcos 6: 1-6

Jesús vuelve a su ciudad natal, Nazaret. Y es acompañado por sus discípulos. Al igual
que cualquier judio devoto que tiene el derecho , da la homilía en la sinagoga en sábado. La gente del pueblo se asombra. Son maravillados por la sabiduría con la que habla y el poder de los milagros con los que realiza.

Son aún más sorprendidos porque piensan que conocen quién es Jesús. Él es el carpintero, hijo de María y José, y lo saben todos sus parientes. Ellos crecieron con él. Y porque creen que lo conocen, se niegan a aceptarlo. Ellos ven a la persona hacia el exterior, pero no escuchan las palabras. Habían tomado una postura acerca de él hace mucho tiempo.

Así que muchas perssonas de nuestra sociedad han tomado una postura acerca de Jesús y suponen que conocen toda la historia sobre él. Y lo que rechazan a menudo no es al verdadero Jesús, al Jesús de los Evangelios, sino algo distorsionado que creen que es verdad y que confunden por su forma de pensar. Bertrand Russell, filósofo Inglés, una vez escribió un libro llamado "Por qué no soy cristiano". Muchos cristianos dirían, después de leer el libro, que si el cristianismo era lo que Russell dijo que era, no serían cristianos tampoco.

Peligros de la familiaridad

No oyen el mensaje, ya que están cegados por la familiaridad de la persona.
Un ejemplo perfecto de la que dice que la familiaridad engendra desprecio, no sólo aburrimiento sino desprecio.

No somos muy diferentes de la gente de Nazaret. Lo mismo puede pasar con nosotros todo el tiempo. Dios está constantemente hablando con nosotros a través de la gente que conocemos, a través de las cosas que nos pasan, a través de situaciones en las que nos encontramos. Una y otra vez no reconocemos su voz, su mensaje, porque está hablando a través de alguien que conocemos muy bien, o alguien que no nos gusta, o alguien que es un total desconocido o extranjero.

Debido a su ceguera, se nos dice que Jesús no era capaz de hacer cualquiera de esas grandes obras. ¿Cuántas veces hemos bloqueado el amor de Dios y el poder de curación, porque nos negamos a reconocerlo en una persona en particular o en una situación dada? Sin embargo, fue precisamente a través de esta persona o experiencia que él estaba tratando de llegar a nosotros.

Jesús hace ahora un comentario triste de la gente de su pueblo. "Un profeta es despreciado solamente en su propia tierra, entre sus parientes y en su casa." Mientras que la gente en otros lugares saludaron a Jesús con entusiasmo y colgados en sus palabras, su propia gente del pueblo, su propia familia le dio de baja, lo trató con cinismo.

Mucho de un profeta no es un final feliz


Es una experiencia todos los profetas deben estar preparados. Un profeta es una persona que ha sido el encargado de proclamar el mensaje de Dios, para llamar a la gente a aceptar la palabra de Dios, para instarlos a cambiar sus vidas y basarlas en la verdad y el amor.


Tradicionalmente, los profetas, tanto en el Testamento hebreo y en la larga historia del cristianismo se han encontrado con la resistencia, la hostilidad e incluso muertes violentas.
Tenemos un ejemplo perfecto en el profeta Ezequiel, quien nos habla en la primera lectura. Se le ha llamado a proclamar el mensaje de Dios a su pueblo. Dios no le promete una vida fácil. "Yo te envío a los hijos de Israel, a los rebeldes que se han vuelto contra mí ... Ya sea que escuchen o no, este conjunto de rebeldes se sabe que hay un profeta en medio de ellos."

Es extraño que los mensajes instando a la verdad, el amor, la justicia, la libertad y la paz despiertan oposición tal, la hostilidad, el odio y la violencia. Pero esto está sucediendo todo el tiempo. Debido a que, en muchas partes del mundo, palabras como "verdad", "justicia", "libertad" son vistos como peligroso y amenazante. Por extraño que pueda parecer, hay personas que no quieren oír. Y más cristianos han muerto por su fe en estos tiempos iluminados y civilizados (¿?) Que en cualquier otro.

Martin Luther King murió por la promoción de la igualdad de todos los seres humanos sin distinción de raza. Mahatma Gandhi murió porque, como hindú, él fue muy amable con los musulmanes. El obispo Oscar Romero murió porque denunció la explotación de los pobres. Dietrich Bonhoeffer murió porque atacó los males racistas del nazismo. Y la lista podría seguir y seguir ...

Todos los llamados a ser profetas

Tenemos que recordar que cada uno de nosotros, por nuestro bautismo, hemos sido llamado a ser un profeta. Todos hemos sido llamados a difundir el mensaje del Evangelio en nuestras familias, en nuestros lugares de trabajo, entre nuestros amigos, en nuestra sociedad.


Lo que está sucediendo, tenemos que estar preparados para proclamar y defender la verdad, el amor, la justicia, la libertad, los derechos y la dignidad de las personas.
Hay algunas cosas sobre las que no podemos comprometer, hay algunos momentos en los que no podemos guardar silencio.

Hay momentos en que es posible que tengamos miedo, o nos sintamos incompetentes o no preprados. Podemos tomar el aliento de Pablo en la segunda lectura de hoy. Tenía alguna minusvalía tan dolorosa que se sentía inpedido de predicar el Evangelio con eficacia. Le rogó a Dios para que le quite esta aflicción.

La respuesta a su oración fue sorprendente. Se le dijo que el poder de Dios estaba obrando a través de él y que brillaba más en su debilidad. De lo contrario todo lo que dijo e hizo podría haber sido atribuido a su propio brillo. Así que ahora acepta totalmente todas sus debilidades, porque entonces el poder y la luz de Cristo brille más claramente a través de él. "Por eso", dice Pablo: "Estoy contento con mis debilidades, y con insultos, privaciones, persecuciones y las angustias voy a través por el amor de Cristo. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte." Esa es la voz de un profeta verdadero. Él es el vaso frágil de arcilla.

Así que nosotros también no debemos desanimarnos por nuestros defectos - espirituales, psicológicos, sociales, físicos. Dios quiere que seamos su instrumento.
Él estará junto a nosotros y darnos lo que necesitamos cuando lo necesitamos. Y cuando la Iglesia y su mensaje se aceptan con los brazos abiertos por cualquier sociedad, entonces tenemos que sospechar de la autenticidad de lo que proclamamos.


 La edición y el subrayado son nuestros




Que la Misericordia y la confianza en Dios no te falte

Gracias